El reciente ataque de un perro de raza pitbull a una mujer en el Paseo de la Costa de Neuquén volvió a encender las alarmas sobre la falta de control en el cumplimiento de la normativa vigente para razas consideradas potencialmente peligrosas. El hecho, ocurrido el 1.º de mayo, fue denunciado por testigos que aseguraron que el animal no llevaba ni bozal ni correa, elementos obligatorios por ley para este tipo de perros.
En respuesta, la concejal del PRO Denisse Stillger presentó un proyecto de comunicación en el Concejo Deliberante para exigir al Ejecutivo Municipal que informe qué medidas concretas se están aplicando para prevenir este tipo de incidentes. Si bien la ciudad cuenta con la Ordenanza N.º 11036, que regula la tenencia responsable de perros peligrosos, desde distintos sectores advierten que su aplicación es deficiente o, directamente, inexistente.
“No es un hecho aislado”, remarcó Stillger, quien también señaló que los controles en parques, paseos y espacios públicos suelen ser esporádicos y poco visibles. Para la edil, garantizar la seguridad en lugares recreativos requiere una fiscalización constante y sanciones efectivas a quienes incumplen las normas.
Normas vigentes que pocos cumplen
La ordenanza en cuestión estipula que los propietarios de razas peligrosas deben llevar a sus mascotas con bozal, correa corta y contar con una licencia especial. Sin embargo, la falta de controles ha convertido estas exigencias en recomendaciones más que en reglas obligatorias. El resultado es una convivencia urbana cada vez más tensa, donde muchos vecinos se sienten desprotegidos frente a posibles ataques.
En su proyecto, Stillger exige que el municipio brinde detalles sobre qué tipo de fiscalización realiza actualmente, cuántos inspectores están afectados a esa tarea y qué sanciones se han aplicado en casos de incumplimiento. También solicita que se refuerce la presencia de personal en zonas recreativas, especialmente en horarios de alta circulación.
Vecinos de la ciudad vienen manifestando su preocupación en redes sociales y en medios locales, pidiendo que se tomen medidas concretas antes de que ocurra un incidente más grave. “La mayoría de los dueños responsables ya cumplen con lo que exige la ley, pero hay muchos que no, y nadie los controla”, comentó un residente del barrio Río Grande.
La prevención como eje
Más allá de la sanción, el enfoque de Stillger apunta a la prevención y al fortalecimiento del concepto de tenencia responsable. “El cumplimiento de estas normas no solo evita ataques, también mejora la convivencia entre vecinos y permite que todos disfruten del espacio público sin miedo ni restricciones”, sostuvo.
El proyecto será analizado en comisión en los próximos días, aunque el tema ya forma parte del debate público.
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