La Municipalidad de Neuquén puso en marcha un plan de señalización horizontal que abarcará distintos sectores de la ciudad con el objetivo de mejorar la seguridad vial, especialmente para peatones. Las tareas consisten en el pintado de sendas peatonales, líneas de detención y delimitación de carriles, y se realizarán durante los próximos dos meses.
El operativo se presenta como complemento del "Plan 3.000 Cuadras", un programa de asfaltado en curso, y se concentrará en áreas de alto tránsito, calles recientemente pavimentadas y avenidas troncales que han sido repavimentadas. Entre los sectores mencionados figuran arterias como San Martín, Bouquet Roldán, Islas Malvinas, Obrero Argentino, Europa, América del Sur, Tronador, Linares, Moritán, Ignacio Rivas y el Paseo Costero.
Desde el municipio destacan que se está utilizando pintura termoplástica aplicada con equipos de última generación, lo que permitiría mayor durabilidad frente al desgaste cotidiano del tránsito. Sin embargo, no se brindaron detalles sobre el presupuesto destinado a la iniciativa ni si se contempla una evaluación posterior de su impacto real en la reducción de siniestros viales.
Una semana clave para la seguridad vial
El anuncio coincide con la 8° Semana Mundial de la Seguridad Vial impulsada por la Organización de las Naciones Unidas, una fecha en la que se promueven políticas urbanas orientadas a la prevención de accidentes y a la creación de entornos urbanos más seguros y sostenibles. Bajo ese marco, el municipio intenta vincular esta intervención con una agenda global en torno a la movilidad responsable.
Alejandro Nicola, secretario de Infraestructura y Planeamiento Urbano, señaló que la medida busca fomentar el respeto hacia los peatones y facilitar la convivencia vial. “La seguridad vial es un tema clave que nos involucra a todos”, afirmó. Además, hizo un llamado a la ciudadanía para respetar las señales y los límites de velocidad, aunque no mencionó si habrá controles más estrictos o campañas educativas paralelas para reforzar el mensaje.
Una intervención necesaria
Aunque la demarcación vial es una herramienta básica y efectiva en muchas ciudades para ordenar el tránsito y mejorar la seguridad, especialistas coinciden en que su impacto es limitado si no se acompaña de otras medidas: educación vial sostenida, controles efectivos y planificación urbana centrada en las personas.
En ese sentido, la acción municipal representa un paso positivo, pero parcial, en una ciudad que arrastra un largo historial de conflictos entre vehículos, peatones y ciclistas. Las mejoras en la infraestructura deben ir de la mano con un cambio cultural más profundo que todavía parece estar en construcción.
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