Con la llegada de las primeras heladas y temperaturas bajo cero, el gobierno de Neuquén activó el denominado "Plan Calor", una medida que, aunque se presenta como estratégica, deja en evidencia las persistentes desigualdades en el acceso a servicios básicos como el gas natural.

Este programa, que implica una inversión de 587 millones de pesos, tiene como fin asistir a unas 4.500 familias en situación de vulnerabilidad de la capital provincial, quienes aún no cuentan con conexión a la red de gas y deben calefaccionarse con leña.

El Plan Calor contempla la distribución gratuita de leña, tanto en centros comunitarios como directamente en los domicilios. Las entregas comenzaron en abril, con 500 metros cúbicos de leña a granel y 1.000 bolsas ya repartidas, y se intensificaron desde este lunes con un cronograma diario.

El operativo es coordinado por las subsecretarías de Gobierno y de Familia, con participación de comisiones vecinales, organizaciones sociales y Centros de Promoción Comunitaria. También se reacondicionó la Leñera central, donde trabajan unas 30 personas en el acopio, embolsado y distribución de la leña.

Sin embargo, la magnitud de la inversión contrasta con la naturaleza precaria de la respuesta. En pleno siglo XXI, miles de hogares dependen aún de métodos rudimentarios para calefaccionarse, lo que no solo implica una carga económica, sino también un riesgo sanitario y ambiental. El uso de leña como fuente de energía principal no debería ser la única opción para las familias en situación de pobreza energética.

Requisitos para acceder

Para acceder al beneficio, las familias deben cumplir ciertos requisitos: vivir en zonas sin acceso a gas natural o no poder conectarse por motivos económicos o técnicos, y depender de la leña para calefacción o cocina. Las solicitudes se canalizan a través de los CPC, comisiones vecinales o directamente en la Subsecretaría de Gobierno.

La logística implica una red de transporte con camiones y maquinaria específica, pero no siempre es suficiente para llegar a tiempo a todos los hogares que lo necesitan. En años anteriores, vecinos denunciaron demoras y entregas insuficientes.

El Plan Calor se enmarca dentro de un programa más amplio denominado Gestión Integral para el Frío, que incluye además el Operativo Leña en el interior provincial, provisión de GLP (gas licuado de petróleo), subsidios eléctricos para zonas sin red y campañas de prevención de intoxicaciones por monóxido de carbono.

No obstante, todos estos dispositivos parecen responder a la emergencia más que a una estrategia de solución de fondo. La extensión del gas natural a barrios populares y zonas rurales continúa siendo una promesa pendiente.

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