Con una población estimada entre 30 y 40 millones de personas , los kurdos son el grupo más grande de Oriente Medio que carece de etnia de un Estado soberano propio . Esta realidad se extiende a lo largo del territorio históricamente conocido como Kurdistán —dividido entre Turquía, Siria, Irak, e Irán— , siendo la culminación de siglos de historia y la frustración de esperanzas de autodeterminación.

Desde sus orígenes como uno de los pueblos indígenas de Mesopotamia (vinculados a los medos de la antigüedad), los kurdos forjaron una identidad distintiva, unida por la cultura y el idioma. A pesar de su posterior adhesión al Islam, mantuvieron su identidad, evitando la arabización.

Historia Kurda: La Promesa Rota del Estado (1920-1923)

La historia kurda tuvo momentos de poder, como la fundación de la dinastía Ayubí por Saladino. Sin embargo, este poder nunca se tradujo en un Estado-nación kurdo moderno.

La debacle llegó con el colapso del Imperio Otomano. Tras la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Sèvres (1920) prometió la posible creación de un Estado kurdo. No obstante, esa esperanza fue aniquilada tres años después por el Tratado de Lausana (1923). Este tratado estableció los límites de la Turquía moderna y no hizo estipulaciones para un Kurdistán independiente. Desde entonces, los kurdos fueron relegados a un estatus de minoría, y sus movimientos por la independencia han sido brutalmente reprimidos.

El Rompecabezas Geopolítico: ¿Por qué no existe un Estado Kurdo?

La persistente ausencia de un Estado Kurdo se debe a una compleja mezcla de factores que hacen su viabilidad casi nula:

  • Fragmentación Geográfica y Logística: El territorio kurdo no es contiguo . Además, un potencial Kurdistán independiente sería un país sin salida al mar, dependiente de la buena voluntad de sus vecinos hostiles para el comercio.
  • Hostilidad de Potencias Regionales: Los cuatro países que contienen poblaciones kurdas (Turquía, Irán, Irak y Siria ) se oponen frontalmente a la secesión. La división poscolonial facilitó la política de "divide y vencerás".
  • Falta de Voluntad Política Unificada: Las aspiraciones kurdas son divergentes:
    • Kurdos Iraquíes: Gozan de una autonomía significativa a través del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK ) desde 2003, aunque sus intentos de secesión han sido frustrados (como tras el referéndum de 2017).
    • Kurdos de Siria y Turquía: Grupos como el PKK y las YPG/FDS han adoptado el Confederalismo Democrático, una ideología libertaria-socialista formulada por Abdullah Öcalan que rechaza el Estado-nación tradicional y busca la autonomía regional dentro de las fronteras existentes.
    • Kurdos Iraníes: Bajo férreo control político, grupos como el PJAK abogan por la federalización de Irán como estrategia pragmática.

La Autonomía como el Objetivo Realista Kurdo

Actualmente, la mayoría de los grupos kurdos más activos han cambiado su objetivo de la independencia total a la mayor autonomía dentro de sus Estados. Esta postura es el resultado de una evaluación pragmática: un Estado Kurdo unificado enfrentaría una inmediata y violenta reacción militar.

El Confederalismo Democrático, influyente en Siria y Turquía, es el mejor ejemplo. Esta ideología busca un sistema de consejos coordinados que prioricen la sociedad multicultural sobre la estructura estatal, demostrando una tolerancia práctica hacia los Estados vecinos siempre que se respete la autonomía regional.

La saga kurda es una tragedia geopolítica y una lección de supervivencia. Pese al sueño del "Gran Kurdistán", la realidad ha forzado un replanteamiento: la autonomía es la meta más segura y realista para preservar su identidad y asegurar sus derechos, incluso si el anhelo de un Estado propio sigue latente.

Carlos Quintriqueo reforzó su mensaje contra el ajuste

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