
La política neuquina sumó esta semana un dato concreto que reordena el tablero local: Primero Neuquén obtuvo su reconocimiento definitivo como partido de distrito, luego de completar el proceso exigido por la Justicia Federal con competencia electoral. La decisión, formalizada en el Boletín Oficial, le permite a la fuerza actuar plenamente dentro del sistema electoral y marca un paso institucional relevante para el espacio que promueve el intendente Mariano Gaido.
El fallo, firmado por la jueza Carolina Pandolfi, confirmó que la agrupación cumplió con todos los requisitos previstos por la normativa vigente. A partir de ahora, Primero Neuquén cuenta con personería política definitiva, número partidario propio —el 198—, carta orgánica aprobada y símbolo registrado, completando así el recorrido formal que había comenzado hace dos años.
El camino hacia la oficialización no fue inmediato. Los primeros trámites para constituir el partido se iniciaron en 2023 y continuaron durante 2024 con observaciones y ajustes solicitados por la Justicia Electoral. Recién en abril de 2025, el espacio logró la habilitación provisoria, instancia clave que permitió avanzar con la afiliación de adherentes y ordenar la estructura interna.
Uno de los puntos centrales del expediente fue la presentación del padrón de afiliados, que debía alcanzar al menos el 4% del total de electores del distrito dentro de un plazo de 150 días corridos. El cumplimiento de ese requisito fue determinante para destrabar el reconocimiento definitivo, ya que acredita respaldo ciudadano suficiente para funcionar como partido político.
A ese paso se sumó la realización de elecciones internas. El 22 de septiembre pasado se llevaron adelante los comicios para reemplazar a la junta promotora, un órgano transitorio exigido en la etapa inicial. Al presentarse una sola lista, sus integrantes fueron proclamados automáticamente como autoridades, cerrando otro de los requisitos formales previstos por la legislación electoral.
Con la personería definitiva otorgada, Primero Neuquén quedó formalmente organizado con una asamblea legislativa, una junta directiva y un tribunal de disciplina, conformando la estructura orgánica mínima que exige la ley para los partidos de distrito. Además, la Justicia avaló la última versión de la carta orgánica presentada y dispuso el registro del símbolo partidario, definido por una combinación específica de colores.
En el mismo fallo, la magistrada declaró la incompetencia del tribunal respecto de los artículos vinculados a la elección de candidaturas provinciales y municipales, una aclaración habitual que delimita el alcance de la resolución y no invalida la personería otorgada.
El reconocimiento habilita al partido a competir electoralmente, celebrar acuerdos y presentar candidaturas dentro de su ámbito de actuación. Sin embargo, desde el entorno del intendente dejaron trascender que la estrategia principal seguirá enfocada en la ciudad de Neuquén, donde Gaido transita su segundo mandato y ya no cuenta con posibilidad de reelección.
En términos políticos, Primero Neuquén no llega a este punto en soledad. Antes de las elecciones de octubre, cuando aún tenía reconocimiento provisorio, el espacio formalizó un acuerdo electoral con La Neuquinidad, el armado que lidera el gobernador Rolando Figueroa. Ese entendimiento anticipó una línea de articulación con el oficialismo provincial que ahora se consolida desde una posición institucional más sólida.
Con la personería definitiva en mano, el partido suma previsibilidad jurídica y mayor margen de acción para el escenario que se abre hacia 2027, cuando la capital neuquina renovará autoridades. En ese contexto, Primero Neuquén aparece como una herramienta pensada para dar continuidad a un modelo de gestión local, aunque todavía sin definiciones públicas sobre candidaturas o estrategias electorales concretas.





















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