La diputada provincial Gisselle Stillger, del bloque Arriba Neuquén, presentó un proyecto en la Legislatura que busca restringir el acceso a redes sociales y plataformas digitales no educativas durante el horario escolar. La propuesta fue dirigida al Consejo Provincial de Educación (CPE), al que solicita que implemente filtros tecnológicos para impedir la conexión a sitios considerados inapropiados o no vinculados al aprendizaje.
Según Stillger, el uso constante de redes sociales en el aula interfiere en el proceso educativo, deteriora los vínculos pedagógicos y afecta la salud mental de niños y adolescentes. Para la legisladora, es urgente garantizar que el ámbito escolar se preserve como un espacio de concentración y formación saludable.
El proyecto se apoya en el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2023, elaborado por la UNESCO, que advierte sobre los riesgos del uso excesivo de tecnologías digitales en el ámbito escolar. También toma en cuenta la infraestructura tecnológica ya existente en la provincia: según la Subsecretaría de Tecnologías Educativas del Neuquén, se cuenta con herramientas que permiten filtrar ciertos contenidos sin bloquear por completo el uso de dispositivos con fines pedagógicos.
Tecnología, salud mental y el desafío del equilibrio
Más allá del diagnóstico que motiva la iniciativa, la propuesta abre un debate más amplio sobre el rol de la tecnología en la escuela. Si bien hay consenso en que el uso excesivo de redes sociales puede tener consecuencias negativas en jóvenes, también existen posturas que plantean que el problema no se resuelve solo bloqueando el acceso, sino educando sobre su uso responsable.
Docentes y especialistas en educación digital advierten que la medida podría tener un efecto limitado si no se acompaña de políticas integrales que incluyan formación docente, programas de alfabetización digital y un abordaje desde la salud mental. Además, señalan que una estrategia meramente restrictiva corre el riesgo de trasladar el problema fuera de la escuela, sin resolverlo.
Por otro lado, la propuesta no especifica si los filtros se aplicarán a los dispositivos personales de los estudiantes, como celulares, o solo a la red institucional, lo que deja interrogantes sobre su implementación práctica.
¿Solución tecnológica o parche momentáneo?
La iniciativa de Stillger llega en un momento en que muchas escuelas enfrentan el desafío de encontrar un equilibrio entre aprovechar la tecnología como herramienta educativa y evitar que se convierta en una fuente constante de distracción. El proyecto aún debe ser evaluado por el CPE, que tendrá la tarea de analizar su viabilidad técnica y pedagógica.
Mientras tanto, el debate queda abierto: ¿bloquear para proteger o educar para transformar el uso de la tecnología en las aulas?
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