La ciudad de Neuquén registró ayer un consumo promedio de 780 litros de agua potable por habitante al día, según datos proporcionados por el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS). Esta cifra supera ampliamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un uso ideal de entre 50 y 100 litros diarios por persona. El elevado consumo, agravado por las altas temperaturas, genera problemas como la baja presión o la interrupción del servicio en algunos sectores.
El secretario de Empresas Públicas del Ministerio de Infraestructura de Neuquén, Marcelo Lazcano, atribuyó el elevado consumo a una combinación de factores: conexiones clandestinas, pérdidas en redes deterioradas y un uso poco eficiente del recurso por parte de la población. Algunas de las tuberías, señaló, tienen más de 70 años de antigüedad, lo que complica la capacidad del sistema para atender la demanda actual.
Tarifas y medidas en discusión
El incremento del 40% en la tarifa del servicio de agua potable también fue tema de análisis. Lazcano explicó que el ajuste busca acercar el costo del servicio al valor real de potabilizar y distribuir el agua, un desafío complejo en una provincia donde las tarifas estaban rezagadas respecto a otros lugares del país. Sin embargo, indicó que el nuevo monto aún no refleja la totalidad de los costos.
Una de las principales dificultades para controlar el consumo es la falta de medidores de agua en la ciudad. Actualmente, los usuarios pagan en función de la superficie de sus propiedades, lo que dificulta fomentar el uso racional. Entre las propuestas para revertir esta situación, se evalúa instalar medidores en todas las nuevas conexiones y facilitar su adquisición mediante financiamiento. Según Lazcano, esta medida permitiría un consumo más consciente y equitativo.
Obras en marcha
El gobierno provincial ha puesto en marcha obras destinadas a mejorar el suministro. Entre los proyectos destacan la ampliación de la planta de Mari Menuco, financiada con un préstamo internacional de 40 millones de dólares, y mejoras en la planta Tronador, con una inversión de 5 millones de dólares. Adicionalmente, se licitó una cisterna para abastecer a la zona de la Meseta y una obra de emergencia para atender necesidades inmediatas.
Llamado a la responsabilidad ciudadana
Ante este panorama, las autoridades instaron a la ciudadanía a reducir el derroche de agua. Lazcano subrayó que acciones como llenar piscinas o regar en exceso afectan directamente a otros vecinos, especialmente en un contexto donde el sistema enfrenta serios desafíos.
“Cada litro cuenta, y el uso irracional genera desigualdad en el acceso al agua potable”, advirtió el funcionario, destacando la importancia de que cada habitante asuma un rol activo para garantizar el acceso sostenible a este recurso esencial.
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