En una decisión que sacude la política neuquina, Marcelo Rucci firmó su renuncia al Movimiento Popular Neuquino (MPN) y confirmó el lanzamiento de un nuevo espacio político: Fuerza Neuquina y Federal. Lo hizo acompañado por la conducción completa del sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa. “Se terminó una etapa”, sentenció el dirigente, al oficializar su salida del partido que durante décadas fue sinónimo de poder en la provincia.

Rucci sostuvo que el MPN “desapareció”, al considerar que el partido dejó de convocar y de representar a sectores clave como el sindicalismo. La jugada llega a menos de tres meses de las elecciones legislativas nacionales y pone en evidencia el reordenamiento del poder real en Neuquén, donde Rolando Figueroa ya no encuentra resistencia seria dentro del mapa político tradicional.

El proyecto político que impulsa Rucci se llama Fuerza Neuquina y Federal, un partido en formación que buscará ser la voz de trabajadores, gremios y organizaciones sociales. Aunque ya fue reconocido provisoriamente por la Justicia Federal, aún está en proceso de reunir las afiliaciones necesarias para lograr su personería definitiva.

Rucci aclaró que no será candidato ni buscará cargos electivos. Tampoco el nuevo partido participará de las elecciones del 26 de octubre. La apuesta, explicó, es a largo plazo, con la mirada puesta en 2027. “Donde se deciden los destinos de los trabajadores no puede ser que no haya obreros. Por eso tomamos esta iniciativa”, declaró.

El secretario general petrolero aseguró que muchos militantes ya se desafiliaron de otras fuerzas políticas para sumarse al armado. Incluso, se están tejiendo alianzas con referentes de Río Negro y La Pampa, en línea con el componente federal que propone el nuevo espacio.

Fin de una era: la salida de la Azul y Blanca

Con su renuncia al MPN, Rucci también deja atrás la histórica agrupación Azul y Blanca, línea interna fundada por Guillermo Pereyra, su mentor sindical y político. La Azul y Blanca fue durante años una fuerza de peso dentro del partido provincial, disputando poder con la hegemónica Lista Azul de Jorge Sapag y Omar Gutiérrez. Sin embargo, tras la muerte de Pereyra y el nuevo escenario político, ese espacio comenzó a diluirse.

En marzo pasado, la agrupación aún había respaldado al gobernador Figueroa en un acto en Rincón de los Sauces. Pero la salida de Rucci marca un punto de quiebre, que abre interrogantes sobre hacia dónde migrarán los votos de los petroleros en octubre.

“La gente está convencida de que esos lugares los tenemos que ocupar nosotros, los trabajadores”, afirmó Rucci, que en el último tiempo mantuvo encuentros con otros gremios como ATE y UOCRA para coordinar estrategias comunes.

Sin urgencias, pero con rumbo definido

El líder sindical insiste en que Fuerza Neuquina y Federal no nace por ambiciones personales, sino como una herramienta para dar representación genuina a sectores históricamente postergados en las discusiones políticas. “No es contra nadie, es a favor de que tengamos representación real”, repite cada vez que puede.

Mientras el MPN sigue en proceso de reconfiguración tras la derrota electoral de 2023, el paso de Rucci significa mucho más que una renuncia partidaria. Es un síntoma de que las estructuras tradicionales ya no alcanzan para contener a todos los actores, y que nuevos protagonistas buscan ocupar el espacio que dejaron vacío los viejos partidos.

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