El invierno neuquino dejó un balance “digno” según el presidente de NeuquénTur, Sergio Sciacchitano, quien destacó que, aunque la falta de nieve y la difícil situación económica a nivel nacional condicionaron la temporada, la provincia logró diversificar su oferta turística y mantener buenos niveles de ocupación. Entre julio y agosto se registraron más de 200 mil visitantes, con un gasto turístico estimado en 150 mil millones de pesos, lo que permitió amortiguar el impacto de las dificultades.
Sciacchitano subrayó que la clave fue la diversificación de destinos: mientras algunos centros de esquí debieron cerrar antes de lo previsto, otras regiones como el norte neuquino, el Valle y las termas de Copahue duplicaron el movimiento habitual para la época. “La temporada fue aceptable, con indicadores relativamente positivos gracias a que la provincia ofrece alternativas para distintos públicos y bolsillos”, remarcó.
El cierre anticipado de Chapelco, Batea Mahuida y Caviahue marcó la tendencia de un invierno irregular en la cordillera. Solo Cerro Bayo y Lago Hermoso lograron sostenerse abiertos unas semanas más, con la expectativa de un nuevo frente frío que permitiera mantener al menos la zona de principiantes en funcionamiento hasta mediados de septiembre.
El clima, sin embargo, no fue el único factor que influyó. La merma del turismo extranjero —especialmente de Brasil, Uruguay y Chile— también repercutió en los números de la temporada. Según Sciacchitano, el encarecimiento relativo de la Argentina en dólares y la falta de competitividad frente a destinos vecinos llevó a que muchos visitantes eligieran alternativas más accesibles, como Chile.
Turismo interno y promociones
En contraste, el turismo interno mostró un desempeño más sólido. Más del 30% de los viajeros que recorrieron la provincia fueron neuquinos que eligieron vacacionar dentro de sus propios límites. Programas como el 2x1 en hosterías del norte neuquino resultaron decisivos: durante julio y agosto, esa región superó el 50% de ocupación, cuando históricamente no alcanzaba el 20% en invierno.
“La gente busca beneficios y promociones, y eso nos permitió sostener destinos emergentes”, señaló Sciacchitano. La estrategia incluyó también un incremento del 27% en la cantidad de pasajeros en los aeropuertos de Neuquén, San Martín de los Andes y Chapelco, lo que reforzó la conectividad aérea y la llegada de visitantes.
Mirada hacia el verano
Con la temporada de invierno prácticamente concluida, NeuquénTur ya trabaja en la promoción de la temporada de verano. El objetivo es consolidar el turismo interno y ofrecer beneficios atractivos para captar visitantes en los fines de semana largos, especialmente el de octubre, que no estaba en los planes iniciales.
“Estamos planificando con previsibilidad. El desafío es mantener a la provincia competitiva, con promociones que incentiven al neuquino a elegir Neuquén, y a la vez atraer turismo nacional en un contexto complejo”, indicó Sciacchitano.
El dirigente destacó que, aunque competir con los paquetes al exterior es difícil —mencionó el ejemplo de Punta Cana en 12 cuotas—, la provincia tiene una ventaja diferencial: la variedad de experiencias, desde la nieve hasta las termas, pasando por la gastronomía y la naturaleza del norte. Esa diversidad, aseguró, será la carta fuerte para sostener la llegada de turistas en la próxima etapa.
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