La Biblioteca Popular Eliel Aragón, un emblema cultural del barrio Bardas Soleadas, recibió esta semana un respaldo fundamental para su futuro: la escritura del terreno donde funciona desde hace más de tres décadas. Este paso marca un nuevo capítulo en la historia de una institución que nació del sueño de un joven y que hoy se ha transformado en un punto de encuentro para familias enteras, con talleres, cursos, programas educativos y actividades que sostienen el entramado social del barrio.
La entrega estuvo encabezada por el secretario de Gobierno, Juan Martín Hurtado, quien destacó la importancia de garantizar que la biblioteca cuente con respaldo legal sobre el espacio que ocupa hace más de tres décadas. El acto fue recibido con entusiasmo por las autoridades de la institución, que desde hace años sostienen el lugar con esfuerzo comunitario.
Una biblioteca con historia
La Biblioteca Popular Eliel Aragón nació del sueño de un adolescente que no llegó a concretarlo. Eliel, con apenas 17 años, soñaba con un espacio en su barrio donde poder acceder a los libros sin tener que desplazarse al centro de la ciudad. Su vida se truncó en un hecho trágico, pero sus amigos y su familia decidieron convertir ese anhelo en realidad.

Primero fue un garaje, luego un dúplex cedido por una mutual y, finalmente, el edificio actual en la calle Asmar 1835. Hoy, más de treinta años después, la biblioteca se convirtió en un punto de referencia para Bardas Soleadas y los barrios aledaños, donde concurren familias enteras en busca de lectura, estudio, talleres y contención.
Un espacio de aprendizaje y encuentro
El edificio cuenta con múltiples salas: desde computación hasta un espacio infantil, pasando por aulas de talleres y un salón de usos múltiples que recibe actividades físicas, culturales y sociales. Allí se dictan cursos de informática, idiomas, secretariado jurídico y formación laboral, además de talleres artísticos, de ajedrez, música, deportes y actividades de bienestar como yoga o pilates.
También funciona un grupo de educación primaria para adultos, integrado en su mayoría por mujeres que retoman sus estudios después de haberlos postergado por motivos económicos. A esto se suman las aulas satélites del CFP N°2, que certifican la formación de los vecinos en distintas disciplinas.
La biblioteca no solo ofrece préstamos de libros, sino que también se convirtió en un refugio frente a la brecha digital: muchos estudiantes y familias acuden a utilizar internet o espacios de estudio cuando no pueden solventar esos servicios en sus casas.
El desafío de sostenerse
Como toda biblioteca popular, su sostenimiento es a pulmón. La institución recibe un aporte mensual del municipio y ha contado en ocasiones con subsidios nacionales y provinciales, pero insuficientes para cubrir los gastos de servicios, mantenimiento y seguros. Cada mejora edilicia o inversión en infraestructura suele implicar rifas, colectas o aportes solidarios de la comunidad.
A pesar de estas dificultades, la Biblioteca Popular Eliel Aragón sigue en pie, fiel al sueño original que le dio origen. La reciente entrega de escrituras refuerza ese camino, al darle la seguridad necesaria para que continúe desarrollando su papel social y cultural en el corazón de Bardas Soleadas.
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