La campaña electoral de cara a las legislativas de octubre volvió a tener como escenario el organismo de Vialidad Nacional. En Neuquén, la senadora Silvia Sapag, quien busca renovar su banca en el Congreso por Fuerza Patria, participó de una asamblea junto a los trabajadores del distrito local. Allí planteó su compromiso de respaldar al organismo en medio de lo que definió como un “desguace” impulsado por el gobierno nacional.
En el encuentro, Sapag escuchó a los empleados, quienes expusieron las dificultades actuales: un presupuesto operativo prácticamente inexistente y salarios congelados desde octubre de 2024. Según detallaron, esa combinación amenaza con paralizar tareas esenciales para la seguridad y el mantenimiento de rutas, en una provincia donde la red vial resulta vital no solo para la circulación de personas, sino también para el transporte de producción hidrocarburífera, frutícola y turística.
La asamblea contó también con la presencia del diputado nacional Pablo Todero y los legisladores provinciales Darío Martínez y Darío Peralta. Durante el encuentro, los trabajadores denunciaron que, pese a la falta de recursos, fueron capaces de sostener la transitabilidad en un invierno complejo, con nevadas intensas en rutas cordilleranas.
Sapag, al tomar la palabra, cuestionó la postura del actual director de Vialidad Nacional, quien según los testimonios habría intentado disuadir la realización de la asamblea bajo la amenaza de iniciar sumarios administrativos. “Eso refleja la precariedad que viven los empleados, que trabajan con lo mínimo y aún así logran mantener las rutas abiertas”, expresó.
La senadora fue categórica: “Defender Vialidad es defender la soberanía nacional. En un país tan extenso, las rutas son claves para la circulación de bienes y el desarrollo económico”. Con esa frase, marcó el eje de su intervención y lo conectó con el debate político más amplio: el papel del Estado en garantizar la conectividad entre provincias y el equilibrio federal.
El ajuste y la mirada política
Sapag sostuvo que la infraestructura vial es más que un servicio: es la base para sostener actividades económicas, industriales y comerciales. “Sin rutas en condiciones, no hay posibilidad de hablar de un verdadero federalismo”, remarcó.
El planteo de la senadora se da en medio de la reducción de partidas presupuestarias, que golpea especialmente a áreas operativas como Vialidad. A su criterio, este recorte se traduce en caminos deteriorados, obras postergadas y mayores riesgos para quienes circulan a diario.
En el tramo final de su discurso, Sapag apuntó directamente contra el presidente Javier Milei y el rumbo de su gestión: “El gobierno perdió la coherencia de su mensaje inicial. Milei venía a desguazar el Estado, pero los hechos de corrupción lo dejaron en evidencia: el mayor depredador del Estado es él y su hermana”.
Un debate abierto
La defensa de Vialidad Nacional se convirtió en un eje de campaña para distintos sectores opositores en todo el país. En Neuquén, donde la infraestructura vial es determinante para la economía regional, el tema adquiere una centralidad particular.
La reunión de Sapag con los trabajadores refleja esa preocupación: un organismo clave que enfrenta serias dificultades para cumplir con su tarea, en un contexto donde el ajuste impacta de manera directa en los servicios que garantizan la seguridad vial y la integración territorial.
De cara a las elecciones, el futuro de Vialidad Nacional se proyecta como uno de los temas que pondrá en discusión el vínculo entre Nación y provincias, así como el modelo de país que se debate en el Congreso.
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