Este miércoles, las y los trabajadores de las fábricas Cerámica Neuquén y Zanon protagonizarán una nueva jornada de protesta en el centro de la capital provincial. La concentración comenzará a las 10 de la mañana en el monumento a San Martín y desde allí se movilizarán hacia Casa de Gobierno. El reclamo central es claro: la restitución del suministro eléctrico cortado desde el 31 de enero por la cooperativa CALF, lo que mantiene paralizada la producción y pone en jaque la subsistencia de más de 50 familias.

A pesar de múltiples gestiones y reclamos públicos, las gestiones obreras de ambas cerámicas —emblemáticas por haber sido recuperadas y autogestionadas por sus trabajadores— no han recibido respuestas efectivas ni del gobierno provincial ni de la distribuidora de energía. La deuda por el servicio eléctrico es reconocida, pero los trabajadores exigen voluntad política para negociar un plan de pagos viable que les permita reactivar la producción sin resignar su autonomía.

Protesta sostenida y reclamo por equidad

Esta no es la primera vez que los ceramistas salen a la calle. En los últimos meses han realizado cortes en la Ruta 7, volanteadas, y reuniones con autoridades provinciales. Sin embargo, la situación sigue estancada. “Queremos trabajar, no mendigar subsidios”, señalaron desde el sindicato ceramista. Para ellos, el problema no es técnico ni financiero, sino político.

Los trabajadores cuestionan la doble vara del Estado, que según denuncian, ha destinado recursos públicos a grandes empresas hidrocarburíferas mientras deja sin respaldo a las cooperativas productivas que sostienen puestos de trabajo locales. “Si no fuera por la lucha diaria, ya estaríamos cerrados”, advierten.

La movilización de este miércoles busca visibilizar esta asimetría y exigir una intervención directa del gobierno para garantizar el acceso a un servicio básico como es la electricidad. En un contexto económico cada vez más adverso, la persistencia de las cerámicas autogestionadas representa no solo una fuente de empleo, sino también una experiencia concreta de economía solidaria en la región.

Producción paralizada y riesgo laboral

Con la electricidad cortada desde enero, las plantas ceramistas no han podido retomar su actividad, lo que genera un impacto directo en la estabilidad económica de las familias que dependen de estos ingresos. Según datos del sindicato, más de 50 trabajadores están afectados por la situación, y advierten que la falta de producción pone en riesgo la continuidad de ambas fábricas.

Actualmente, las gestiones obreras buscan negociar un acuerdo de pago con CALF, pero sostienen que sin intervención del gobierno provincial será difícil encontrar una salida. Mientras tanto, la falta de respuesta oficial y la ausencia de medidas concretas prolongan un conflicto que ya lleva casi cuatro meses sin resolución.

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