Un nuevo foco de conflicto se encendió este miércoles por la mañana en el centro de Neuquén. Trabajadores de los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), acompañados por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), cortaron la calle La Rioja frente al Ministerio de Economía provincial para visibilizar una serie de denuncias que, según sostienen, vienen acumulándose sin respuesta por parte del Gobierno.
La protesta tiene como eje una grave acusación contra el director provincial de los CDI, Juan Marcos Vázquez, a quien acusan de “violencia y avasallamiento” hacia el personal. En el mismo comunicado que difundieron los trabajadores, también se lo señala por presunto “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Desde ATE aseguran que la situación se agravó en los últimos meses, al punto que decidieron llevar el conflicto directamente al corazón administrativo de la provincia.
Denuncias, reclamos y un conflicto sin resolver
La medida de fuerza no surge de un reclamo aislado. Según explicaron desde ATE, la protesta busca visibilizar una acumulación de problemáticas que, a su entender, no han recibido respuestas ni atención. Miguel Pezzali, uno de los referentes del gremio, explicó que la decisión del corte se tomó tras reiterados intentos fallidos de diálogo: “El Ejecutivo todavía no toma una decisión respecto a la persecución que sufren compañeras del sector”, aseguró.
Entre los reclamos que motivaron la manifestación se mencionan la falta de apertura total de los CDI, el traslado arbitrario de funciones a las trabajadoras sin respetar el convenio colectivo de trabajo (CCT) y la ausencia de concursos para el ingreso formal del personal eventual, muchos de los cuales llevan más de tres años desempeñando tareas sin estabilidad.
El corte y la expectativa de una respuesta
El corte se llevó a cabo en la calle La Rioja, en el tramo comprendido entre Carlos H. Rodríguez y Roca, justo frente al edificio del Ministerio de Economía. Desde el gremio señalaron que la protesta continuará “en estado de alerta”, a la espera de algún llamado o convocatoria oficial que permita abrir una instancia de diálogo.
Por ahora, no hay señales claras de que el conflicto esté cerca de una resolución. Mientras tanto, los trabajadores de los CDI mantienen su reclamo en la calle, pidiendo ser escuchados. En un contexto de creciente tensión social y demandas no resueltas, la situación expone una vez más la fragilidad de los vínculos entre el Estado y sus trabajadores más esenciales.
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