
Cipolletti dio un paso clave en la regulación del transporte privado al aprobar por unanimidad una modificación al Código de Transporte que habilita el funcionamiento de aplicaciones como Uber y Cabify en la ciudad. La nueva normativa permite que los choferes que utilizan estas plataformas puedan operar de forma legal una vez que cumplan con los requisitos municipales, aun cuando las propias empresas no estén registradas ni tributen en este distrito.
La decisión del Concejo Deliberante responde al uso creciente de estas apps entre los vecinos, que muchas veces recurren a estos servicios sin un marco legal claro, y a la necesidad de evitar sanciones o el secuestro de vehículos por prestar un servicio considerado informal. Además, apunta a equiparar condiciones con otras ciudades de la región que ya cuentan con marcos regulatorios similares.
¿Cómo quedó la regulación?
Con la ordenanza, el municipio diferenció claramente la situación de las empresas y la de los conductores: las plataformas deberán inscribirse en el registro municipal y cumplir con ciertos requisitos administrativos, mientras que los choferes podrán habilitarse por otra vía. Esto significa que si la empresa no cumple, no será el conductor quien enfrente sanciones, sino la propia plataforma.
Entre los requisitos que se impusieron para los choferes están:
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Poseer carnet profesional válido, que incluye un examen psicofísico obligatorio.
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Contar con seguro de responsabilidad civil apropiado para transporte de pasajeros.
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Circular con vehículos de hasta siete años de antigüedad y con ciertas condiciones técnicas.
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Un mismo auto sólo podrá estar asignado a un máximo de cuatro conductores asociados.
Estas exigencias buscan acercar las condiciones de las aplicaciones a las de los taxis tradicionales, aunque no impactan directamente sobre las tarifas que, para las plataformas, siguen siendo definidas por cada empresa.
La normativa llega luego de meses de circulación de servicios de transporte mediante aplicaciones sin un marco formal en la ciudad. Funcionarios municipales destacaron que la regulación es una respuesta a una realidad ya instalada entre los vecinos: muchos recurren a estas apps por su conveniencia y, en general, costos más bajos que los de un taxi tradicional.
“El objetivo no es prohibir, porque la Corte Suprema ya indicó que no se puede vetar este tipo de servicios, sino regular para garantizar seguridad a los pasajeros y condiciones claras para los conductores”, explicó uno de los concejales que participó del debate.
Por su parte, representantes de choferes que trabajan con estas aplicaciones pidieron un plazo de gracia para alinearse con las exigencias, y algunos expresaron preocupación por los costos y plazos de adaptación.
Entre los taxistas locales, la regulación fue recibida con atención y matices. Si bien muchos no se opusieron de plano, algunos reclamaron que las condiciones para taxis tradicionales y para choferes de apps deberían equipararse completamente, para no generar desventajas competitivas.
El hecho de que Cipolletti se convierta en una de las primeras ciudades del Alto Valle de Río Negro en formalizar este tipo de servicios también ubica a la ciudad en sintonía con otros municipios de la región que avanzan en reglas similares.
En los próximos meses, la Secretaría de Fiscalización municipal será la encargada de implementar la aplicación de la ordenanza, recibir inscripciones y verificar el cumplimiento de requisitos por parte de conductores y empresas. De este modo, la ciudad intentará encauzar una práctica que ya existía en la vida cotidiana de muchos cipoleños, ahora dentro de un marco legal y con mayores garantías.





















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