
Unidad Popular expresó su rechazo al proyecto de reforma laboral que empezó a tratarse en el Congreso nacional y lo hizo a través de un documento político en el que cuestiona de manera directa el contenido de la iniciativa. El pronunciamiento no solo fija posición frente al debate legislativo, sino que también convoca a la movilización social como forma de expresar el desacuerdo con los cambios propuestos.
En el texto difundido por el espacio, la reforma es comparada con políticas implementadas durante la última dictadura cívico-militar. En ese sentido, Unidad Popular afirma que “es la misma reforma que llevó adelante José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de Economía en plena dictadura en 1976”, y sostiene que las similitudes con el actual proyecto ya no admiten interpretaciones parciales.
Según el documento, las medidas impulsadas por el gobierno de Javier Milei reproducen de manera directa un esquema que, a juicio del espacio político, ya tuvo consecuencias negativas para la clase trabajadora y el conjunto de la sociedad.
Los puntos centrales del rechazo
El partido enumera una serie de aspectos de la reforma laboral que considera regresivos. Entre ellos, menciona la eliminación o debilitamiento de normas convencionales vigentes y la transformación de los convenios colectivos por rama en acuerdos negociados empresa por empresa, lo que —según el planteo— reduce el poder de negociación colectiva de los trabajadores.
El documento también cuestiona los cambios en las cargas horarias, la posibilidad de que el empleador imponga de manera unilateral las fechas de vacaciones y la modificación en el cálculo de las indemnizaciones por despido. Otro de los puntos señalados es la creación de un fondo financiado con aportes del propio trabajador, que estaría destinado a cubrir futuras indemnizaciones, trasladando ese costo desde el empleador hacia el asalariado.
Para Unidad Popular, este conjunto de medidas no representa una modernización del sistema laboral, sino un desarme de derechos históricos consagrados en la legislación argentina. En el texto se sostiene que estas reformas alteran de forma estructural la relación entre capital y trabajo, favoreciendo a los sectores empresariales en detrimento de los asalariados.
Una advertencia basada en la experiencia histórica
El pronunciamiento también pone el foco en las consecuencias sociales que, según el espacio, tuvieron reformas similares en el pasado. Unidad Popular recuerda que durante la dictadura cívico-militar se produjo una “transferencia extraordinaria de la riqueza a manos de los más poderosos”, acompañada por un fuerte endeudamiento externo, aumento de la pobreza y deterioro de las condiciones de vida.
En esa línea, el documento afirma que el actual proyecto retoma “casi textualmente ese manual de dolor que creíamos desterrado”, y advierte que cada reforma laboral aplicada en el país terminó derivando en más despidos, mayor informalidad y niveles de pobreza difíciles de justificar en una economía con capacidad productiva como la argentina.
Desde la organización remarcan que, lejos de generar empleo genuino o mejorar la competitividad, este tipo de reformas profundizan la precarización y debilitan el entramado social, con efectos que se extienden más allá del mercado laboral.
El llamado a la movilización
El cierre del documento tiene un tono claramente convocante. Unidad Popular llama a expresarse de manera inequívoca contra la reforma laboral y propone hacerlo a través de la movilización en las calles. La convocatoria está dirigida no solo a trabajadores y trabajadoras, sino también a jubilados, estudiantes y comerciantes, a quienes convoca a sumarse a una expresión colectiva de rechazo.
Según el texto, la movilización es presentada como una herramienta necesaria para evitar que se repitan experiencias históricas que, desde la mirada del espacio, siempre tuvieron desenlaces negativos para el conjunto del pueblo. La advertencia apunta a que el debate no quede limitado al ámbito parlamentario y se traslade al espacio público como parte de una discusión más amplia sobre el modelo de país.





















Comentarios