Mientras Vaca Muerta acumula cifras históricas de producción y perforación, el gremio que representa a los trabajadores del sector petrolero plantea su preocupación ante una medida que, consideran, podría dejar sus salarios por detrás del ritmo de la inflación.
El principal punto de conflicto es la propuesta del Gobierno nacional de establecer un tope del 1% mensual en las negociaciones paritarias. Desde el sindicato liderado por Marcelo Rucci, esa cifra no solo resulta insuficiente frente a los datos actuales del INDEC, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la negociación colectiva en uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.
“Estamos por cerrar la paritaria 2024-2025. Solo faltan los meses de enero, febrero y marzo. Ya deberíamos estar discutiendo la 2025-2026”, indicó Rucci, en declaraciones recientes. El dirigente estimó que, si la inflación mensual se mantiene entre el 2% y el 3%, como en los últimos registros, los salarios podrían perder entre un 20% y un 25% de poder adquisitivo en un año.
Una realidad productiva que no se refleja en el tope propuesto
Desde el gremio remarcan que cada industria atraviesa escenarios diferentes y que imponer un límite generalizado en las paritarias desconoce esas particularidades. “Limitar la negociación es cortar la libertad de los gremios para defender el salario”, advirtieron.
El contraste es marcado: mientras los informes técnicos dan cuenta de un ritmo sostenido de crecimiento en Vaca Muerta, con nuevos récords alcanzados casi a diario, los trabajadores sienten que ese progreso no se ve reflejado en sus recibos de sueldo.
“Pedimos lo que marca el INDEC, no más. Es lo justo para el trabajador”, insistieron desde el gremio, haciendo hincapié en la necesidad de una actualización salarial que siga el índice oficial, sin pretensiones desmedidas pero sin resignar lo ganado en años anteriores.
Un llamado a la mesa de diálogo
Frente a este panorama, el sindicato pidió una convocatoria urgente del Ministerio de Trabajo para cerrar los últimos tres meses de la paritaria actual y avanzar cuanto antes en la discusión del período 2025-2026.
Por ahora, el gremio no anunció medidas de fuerza, pero no descartó que la falta de avances pueda derivar en nuevas tensiones con el Ejecutivo si no se habilita pronto una instancia de diálogo.
El conflicto se enmarca en un momento de sensibilidad económica, donde las decisiones nacionales sobre política salarial comienzan a generar debates sector por sector. En el caso del petróleo, la producción avanza. El desafío, según los trabajadores, es que el salario no se quede atrás.
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