A partir de la reciente resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la barrera sanitaria que restringía el ingreso de carne con hueso a la Patagonia ha sido levantada. Esta medida, que modifica las condiciones para la importación de carnes y productos cárnicos provenientes de zonas libres de fiebre aftosa, podría tener un fuerte impacto en los precios y la oferta de carne en la región.
La medida tiene como objetivo facilitar el comercio interno de carne, especialmente los cortes con hueso, que históricamente han tenido un precio más alto en el sur del país debido a la falta de acceso a productos del norte. Aunque el gobierno asegura que este cambio busca hacer frente a la inflación de precios, los expertos se muestran cautelosos sobre los resultados a corto plazo.
¿Bajarán realmente los precios de la carne?
Una de las principales promesas del levantamiento de la barrera sanitaria es la reducción de los precios de la carne, en especial de aquellos cortes con hueso. Según cifras del gobierno, la diferencia en los precios entre el norte y el sur de Argentina alcanza hasta un 100% en algunos cortes. Los precios en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, por ejemplo, superan en un 90% los de las góndolas del norte del país.
A pesar de las expectativas, el mercado de la carne no es tan lineal. De hecho, los precios de la carne sin hueso, que ya tiene acceso ilimitado desde el norte, siguen siendo elevados en la Patagonia. Esto sugiere que hay factores adicionales que influyen en los precios más allá de la barrera sanitaria, como la logística, la demanda local y los costos de distribución.
Además, aunque la oferta de carne con hueso aumentará, no está claro si esto será suficiente para equilibrar los precios en el mercado local. En muchos casos, los costos asociados al transporte y al manejo de productos cárnicos podrían no ser tan beneficiosos para el consumidor como se espera.
El contrabando y sus riesgos para la sanidad
Otro de los objetivos que persigue el levantamiento de la barrera sanitaria es eliminar el contrabando de carne con hueso que, según informes, ingresa de forma ilegal desde el norte, sin control sanitario. Sin embargo, los expertos advierten que esta apertura debe ir acompañada de estrictos controles para evitar problemas sanitarios que puedan comprometer el estatus de la región como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
En este sentido, se requieren regulaciones claras sobre el manejo de los cortes con hueso que provienen del norte, para asegurar que no se pongan en riesgo las condiciones sanitarias que han protegido a la región de brotes de enfermedades animales.
Incertidumbre sobre las inversiones forrajeras
Por otro lado, el levantamiento de la barrera sanitaria genera incertidumbre sobre el futuro de las inversiones forrajeras en la región. Durante los últimos años, la zona de los Valles de Río Negro y Neuquén había visto un aumento en las inversiones en campos forrajeros, orientadas principalmente a la alimentación de ganado para engorde. Este modelo de negocio dependía de la barrera sanitaria como una condición para asegurar la comercialización de productos locales.
Con el cambio de políticas, los productores temen que los márgenes de ganancia se reduzcan o que el mercado local ya no sea tan atractivo. En consecuencia, algunos podrían considerar redirigir su producción hacia mercados del norte del país, donde la demanda podría seguir siendo más estable.
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