En los últimos años, el tránsito en la ciudad de Neuquén se volvió una de las principales preocupaciones cotidianas, tanto para automovilistas como para peatones. En respuesta a esta demanda creciente, el Municipio avanza con un ambicioso plan de reordenamiento vial. A partir del miercoles 4 de junio, una nueva etapa entrará en vigencia con cambios concretos en el sentido de circulación de varias calles del este de la ciudad.
El objetivo es claro: mejorar la fluidez del tránsito en sectores de alto flujo vehicular y facilitar la conexión entre barrios, sin necesidad de ampliar la infraestructura actual. Esta segunda etapa del plan se centra en las calles Tronador y Borlenghi, que a partir del martes tendrán circulación única de norte a sur, mientras que Saturnino Torres y Alem lo harán en sentido sur a norte. Los cambios afectarán el tramo comprendido entre El Chocón y Alderete, una zona donde el tránsito suele presentar cuellos de botella. Además, otras arterias cercanas como Mitre y Río Quinto también verán modificada su dirección para adaptarse al nuevo esquema vial.
Una transición gradual y sin sanciones al comienzo
Conscientes del impacto que estos cambios pueden tener en la rutina diaria de quienes se desplazan por la ciudad, desde la Municipalidad aseguraron que durante los primeros días no se aplicarán multas. Habrá presencia de inspectores en las intersecciones clave, con el objetivo de orientar a los conductores, responder dudas y facilitar la adaptación. También se reforzará la señalización, tanto vertical como horizontal, para que los nuevos sentidos estén claramente indicados.
Esta política de acompañamiento no es nueva. En octubre de 2024, durante la primera etapa del plan, se implementó una estrategia similar cuando se modificaron las calles Lanín-Copahue y Luis Beltrán-Richieri. Según informaron las autoridades, la experiencia fue positiva: se logró mejorar el flujo vehicular y reducir los tiempos de espera en semáforos. No obstante, reconocen que aún persisten desafíos puntuales en corredores donde hay obras en ejecución, lo que puede dificultar la circulación.
Cambios en movimiento: una ciudad que se adapta
Si bien los cambios suelen generar incomodidades iniciales, el Municipio sostiene que, con planificación y acompañamiento, la ciudadanía puede adaptarse de manera progresiva.
El reordenamiento vial no solo afecta a conductores: también impacta a peatones, ciclistas, comerciantes y vecinos que viven sobre las calles modificadas. Por eso, desde el gobierno local remarcan la importancia de mantenerse informados y colaborar en el proceso. Los próximos días serán clave para evaluar la efectividad de los cambios y considerar ajustes futuros.
Mientras tanto, se recomienda a los vecinos revisar sus recorridos habituales y salir con algo más de tiempo hasta que el nuevo esquema vial se estabilice.
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