El intendente Mariano Gaido, junto al gobernador Rolando Figueroa y el presidente de CALF, Marcelo Severini, presentó el que promete ser el Parque Solar más grande de la Patagonia. Suena impresionante, ¿no? El proyecto, que comenzó a gestarse en 2021, se instalará en 100 hectáreas de un predio del nuevo ejido de Neuquén, con capacidad para generar hasta 50 megavatios de energía, lo que equivale al consumo de un cuarto de la ciudad.

La primera etapa, de 10 megavatios, está prevista para inaugurarse en octubre de 2025. ¿Un guiño a la sustentabilidad o un golpe de efecto? Veamos los detalles.

¿Neuquén, capital solar?

Durante el anuncio, Gaido no escatimó en entusiasmo: “Hace pocos días estábamos en el Urban20 hablando de ciudades sustentables, y hoy estamos lanzando esta obra junto a la provincia y CALF”. El intendente aseguró que el proyecto busca reducir la dependencia de combustibles fósiles y que es una apuesta al desarrollo sostenible.

Según el gobernador Figueroa, el parque representa “independencia política y soberanía económica”. También destacó la importancia de monetizar recursos y anticiparse a las demandas energéticas de la creciente población neuquina, que proyecta llegar al millón de habitantes.

¿Qué tan verde es esta idea?

El proyecto cuenta con la asistencia técnica de la empresa sanjuanina EPSE, que tiene experiencia en parques solares. El presidente de la firma, Lucas Estrada, resaltó que Neuquén tiene ventajas clave: buena radiación solar, disponibilidad de tierras, y una red de alta tensión única en el país. Pero, ojo, no todo es color de rosa: “Tuvimos que demostrar que un parque tan austral es viable”, admitió.

¿Qué significa para Neuquén?

Por un lado, el parque promete más que electricidad: se presenta como una carta de presentación de Neuquén hacia un futuro más sustentable. Pero, por el otro, surgen dudas. ¿Se logrará cumplir con los plazos anunciados? ¿Qué impacto real tendrá en las tarifas y en el consumo energético de la ciudad?

Desde CALF, Severini insistió en la soberanía energética que busca el proyecto, señalando que permitirá fijar tarifas locales y reducir la dependencia del Estado nacional.

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