Con el objetivo de ponerle un freno a la alarmante escalada de accidentes en la Ruta 7, el gobierno de Neuquén activará desde este sábado un operativo de emergencia vial que marcará un antes y un después en la gestión del tránsito entre San Patricio del Chañar y Añelo. La medida llega en medio de una creciente preocupación por la cantidad de víctimas fatales en este corredor clave para la actividad hidrocarburífera, donde se registraron vehículos circulando a velocidades superiores a los 180 km/h.
“Estamos dando una primera respuesta a una situación que no puede esperar a que se construya una autovía. Hay vidas en juego”, sostuvo la secretaria de Emergencias y Gestión de Riesgos, Luciana Ortiz Luna, quien coordina el despliegue que incluirá puestos de control mixtos cada 10 kilómetros, con personal policial y del SIEN, además de un centro de atención permanente las 24 horas.
Reducción de velocidad y control permanente
Entre las primeras medidas, se bajará la velocidad máxima de 110 a 80 km/h en los 50 kilómetros que unen Chañar con Añelo. La funcionaria explicó que este cambio representa solo una diferencia de nueve minutos en el tiempo de viaje, pero puede ser decisivo para evitar muertes.
“El impacto en la duración del viaje es mínimo. Pero el impacto en la siniestralidad puede ser enorme. La energía cinética se reduce drásticamente al bajar la velocidad, y eso puede salvar vidas”, explicó Ortiz Luna, quien lleva más de 20 años trabajando en incidentes viales.
Además, los equipos desplegados en ruta realizarán controles de alcoholemia y verificación de transporte, mientras que el Ministerio de Trabajo participará con inspecciones sorpresivas a vehículos de carga. También se habilitarán las básculas de Vialidad para controlar peso y condiciones del tránsito pesado.
Restricciones al tránsito pesado: de la sugerencia a la posible imposición
Otra de las medidas en análisis es la restricción al tránsito de camiones y vehículos de gran porte en las horas de mayor circulación. Por ahora será una recomendación: evitar transitar entre las 6 y las 10 de la mañana, y entre las 17 y las 20, horarios críticos en los que se produce el mayor número de siniestros.
La Secretaría de Emergencias ya inició conversaciones con empresas y gremios del sector para avanzar en una adecuación paulatina de los horarios logísticos. “Queremos ordenar, no entorpecer. Pero si no alcanza con la recomendación, avanzaremos con la restricción”, anticipó Ortiz Luna.
La funcionaria destacó que muchas empresas ya regulan la velocidad de sus unidades mediante GPS, pero reconoció que persisten problemas con subcontratistas y vehículos particulares que se suman al caos. “El caudal de tránsito supera ampliamente lo que la ruta puede tolerar. No es solo una cuestión de velocidad, sino también de saturación”.
En busca de una solución de fondo
Si bien estas acciones forman parte de un operativo de emergencia, el objetivo final sigue siendo la construcción de una nueva traza vial, una autovía que permita separar el tránsito liviano del pesado y reducir definitivamente los riesgos. Para eso, desde el gobierno provincial insisten en la necesidad de declarar la emergencia vial y generar un fondo específico que permita financiar obras de infraestructura claves, como las dársenas de sobrepaso que ya comenzaron a ejecutarse.
“No podemos construir una autopista de un día para otro, pero no hacer nada tampoco es opción”, subrayó Ortiz Luna. “Estas medidas pueden molestar, alterar la logística, pero lo que buscamos es salvar vidas humanas. Ya no hay margen para mirar para otro lado”.
El operativo se activará en pleno recambio de personal petrolero, los días donde históricamente se registran más choques: sábados y miércoles. Y se irá ajustando semana a semana en función de los resultados.
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