El presidente Javier Milei arribó esta mañana a Bahía Blanca en una visita sin anuncio oficial para analizar la situación tras el devastador temporal que dejó 16 muertos, desaparecidos y severos daños materiales.
El mandatario aterrizó en la base aeronaval Comandante Espora y desde allí se trasladó en camionetas, custodiado por la Policía Federal y Seguridad Presidencial, hasta el centro de monitoreo de la ciudad, ubicado en la ex terminal de ómnibus en Brown y Drago.
Allí fue recibido por el intendente Federico Susbielles, quien le brindó un informe detallado sobre el impacto del temporal y las tareas de asistencia en marcha.
Tras permanecer algunos minutos en el centro de monitoreo, Milei abordó nuevamente su vehículo y se trasladó a un destino desconocido, sin que haya trascendido información oficial sobre el resto de su agenda en la ciudad.
Una visita bajo reserva
El viaje del presidente se mantuvo en estricta reserva para evitar protestas o manifestaciones en su contra, según señalaron fuentes locales. La visita se realizó sin presencia de cámaras y con una comitiva reducida, en contraste con otras recorridas oficiales en situaciones de emergencia.
Acompañado por su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el jefe de Estado también se reunió con los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa), quienes desde el fin de semana coordinan las tareas de emergencia en la zona.
El arribo del mandatario se da en un contexto de fuerte tensión política y social, luego de que Bullrich y Petri fueran escrachados por vecinos afectados cuando intentaron recorrer las zonas más castigadas por el temporal.
Mientras tanto, Bahía Blanca sigue en emergencia con más de 500 efectivos policiales, bomberos y personal de rescate trabajando en la asistencia de damnificados. El número de evacuados sigue en aumento y la ciudad enfrenta una larga recuperación tras la peor catástrofe climática de su historia.
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