El Observatorio Vera C. Rubin, instalado en el norte de Chile, presentó las primeras imágenes tomadas con su nuevo telescopio, un proyecto que lleva más de veinte años en desarrollo y que promete revolucionar la forma en la que se observa el universo. Desde una ubicación estratégica en la cima de una montaña del desierto de Atacama, este instrumento comenzará en 2025 un estudio de diez años que tomará mil imágenes por noche y escaneará todo el cielo cada tres o cuatro días.
Durante la presentación, Željko Ivezić, director de la construcción del Rubin, señaló que es “la mayor máquina de descubrimientos astronómicos jamás construida” y anticipó que el número de objetos celestes detectados superará la población mundial. Entre las primeras imágenes se encuentran fragmentos del cúmulo de Virgo, donde se observan galaxias lejanas y regiones activas de formación estelar. También se confirmó el hallazgo de más de 2000 nuevos asteroides, siete de los cuales se consideran cercanos a la Tierra, aunque ninguno representa una amenaza.
El telescopio no solo destaca por su tamaño —con un espejo principal de ocho metros de ancho y la cámara digital más grande del mundo—, sino también por su capacidad de rotar 360 grados en medio minuto gracias a motores magnéticos que lo sostienen sobre una capa de aceite. Esta tecnología permite capturar detalles del espacio profundo con una precisión sin precedentes en la historia de la humanidad.
Stanford researchers gathered on Monday morning to celebrate the release of the first images from the Vera C. Rubin Observatory, which bring the night sky to life like never before.
The digital camera at the heart of the telescope, designed and built at the Stanford-run… pic.twitter.com/8jlusuHncW
— Stanford University (@Stanford) June 24, 2025
Para visualizar este volumen de datos, el equipo desarrolló Skyviewer, una herramienta que permite acercar y explorar imágenes de hasta 6000 millones de píxeles desde un teléfono. También incluye una función sonora que traduce las imágenes en sonidos y facilita el acceso para personas con discapacidad visual, una característica que amplía la experiencia para el público general.
El Observatorio Rubin es una iniciativa conjunta del Departamento de Energía de Estados Unidos y la Fundación Nacional para la Ciencia. Sus datos contribuirán al estudio de la energía y la materia oscuras, el seguimiento de asteroides y la observación de fenómenos cósmicos aún desconocidos. Según el equipo científico, esta nueva etapa abre “un horizonte de aventuras” en la astronomía moderna.
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