El Papa Francisco, de 88 años, lleva ya once días internado por una neumonía bilateral que complica su salud, informó este martes el Vaticano.
Aunque permanece en estado crítico, el último parte médico revela una leve evolución positiva en sus niveles de anemia y un control momentáneo de la insuficiencia renal inicial.
Puntos clave del reporte
- Noche estable: “El Papa durmió y ahora descansa”, detalló la Santa Sede.
- Oxígeno de alto flujo: Continúa con asistencia respiratoria y un cuadro crítico de neumonía en ambos pulmones.
- Transfusiones: Fueron necesarias debido a complicaciones hematológicas y trombocitopenia (disminución de plaquetas).
- Ataque asmático: El sábado sufrió un episodio prolongado que preocupó a los especialistas.
Llamado a la prudencia
El equipo médico vaticano insiste en la necesidad de cautela: “La situación es compleja y requiere tiempo para que los tratamientos sean efectivos”. Fabrizio Pregliasco, virólogo citado por La Stampa, agregó que la edad del pontífice y antecedentes como bronquitis asmática representan factores de alto riesgo.
Mensaje de esperanza y oraciones globales
Desde diversas partes del mundo, fieles católicos se unen en oraciones para pedir por su recuperación.
El Santo Padre mantiene un tono sereno ante el proceso: “Continúo con confianza mi hospitalización, cumplo con los tratamientos indicados y recuerdo que el descanso también es parte de la terapia”.
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