Elon Musk abrió una nueva tregua este miércoles al reconocer públicamente que sus recientes críticas hacia el expresidente Donald Trump fueron exageradas. En un breve mensaje en X, afirmó: “Me arrepiento de algunos de mis posteos sobre el Presidente Donald Trump la semana pasada. Fui demasiado lejos". La tensión entre los dos personas se había intensificado en las últimas semanas.
I regret some of my posts about President @realDonaldTrump last week. They went too far.
— Elon Musk (@elonmusk) June 11, 2025
A fines de mayo, Musk, quien hasta ese momento había liderado la recién creada “Department of Government Efficiency” bajo la administración Trump, comenzó a cuestionar el proyecto de ley de gastos “One Big Beautiful Bill”. Lo calificó como una “abominación” con el argumento de que incrementaría peligrosamente el déficit público.
El choque escaló cuando Musk publicó tuits donde insinuaba una relación de Trump con los archivos del caso Epstein. “Hora de lanzar la verdadera gran bomba: "Trump está en el expediente Epstein”, escribió Musk en su red social X, en el punto más álgido de la disputa entre ambos. “Esta es la verdadera razón por la cual no se han hecho públicos”, agregó. Musk no reveló los documentos de los que hablaba, no brindó evidencia de su acusación y borró los tuits más tarde.
Trump no tardó en responder con dureza, acusando a Musk de haber “perdido la cabeza” y advirtiendo sobre “consecuencias muy serias” para el magnate sudafricano. La disputa se reflejó también en el mercado: las acciones de Tesla se desplomaron casi 15 por ciento en cuestión de días, lo que le costó a Musk cerca de 34 mil millones de dólares, según estimaciones citadas por Barron’s.
Donald Trump con su esposa Melania, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell
Tras una serie de intercambios particularmente ásperos, la tensión parece disiparse. Trump publicó un mensaje deseando lo mejor para Musk, a lo que este respondió con un discreto emoji de corazón, un gesto interpretado como un primer paso hacia la reconciliación. Musk reculó en X e hizo pública su intención de poner un freno a la disputa pública en la que al parecer tenía todas las de perder.
Aunque funcione como un nuevo deshielo en su vínculo, el arrepentimiento de Musk también puede verse como un movimiento estratégico para proteger los intereses de Tesla y SpaceX. Con contratos federales y regulaciones en juego, el sudafricano eligió mantener una relación menos conflictiva con Washington.
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