La tensión salarial volvió a quedar en primer plano en Neuquén. Este jueves, empleados estatales de distintos organismos se movilizaron frente a Casa de Gobierno para reclamar la reapertura urgente de paritarias y la aplicación de aumentos atados al Índice de Precios al Consumidor (IPC). La protesta se concretó con la entrega de un petitorio firmado por cientos de trabajadores, quienes aseguran que sus sueldos quedaron rezagados frente a la inflación y que la falta de respuestas oficiales profundiza el malestar.
El reclamo se da en un contexto particular: el Gobierno provincial convocó a discutir salarios recién para el 27 de octubre, es decir, un día después de las elecciones. Para los gremios y trabajadores, la fecha no es casual. “Necesitamos una mesa salarial ahora, no dentro de un mes”, expresó la dirigente Mari Machado, quien recordó que los alquileres, servicios y gastos diarios superan cualquier índice oficial y generan deudas crecientes entre los empleados públicos.

Los estatales piden que las paritarias incluyan una actualización mensual automática por IPC, con el objetivo de sostener el poder de compra en un escenario de inflación sostenida. Además, solicitan una recomposición real que tenga en cuenta la canasta básica.
Entre los reclamos también aparece un punto sensible: la deuda de enero de 2024. Según los voceros sindicales, el acuerdo con ATE y UPCN contemplaba un 25% que nunca se incorporó a los sueldos. Esa diferencia, que se mantiene hasta la fecha, se sumó a la pérdida acumulada por la inflación.
En paralelo, circulan versiones sobre la posibilidad de que el Ejecutivo ofrezca una suma fija como respuesta transitoria. Los trabajadores rechazan esa alternativa y aseguran que “no compensaría la pérdida salarial”.
Malestar en el sector de salud
La situación de los residentes médicos y no médicos agregó un ingrediente más a la protesta. Según denunciaron, 78 profesionales que finalizaron sus residencias no cobraron el salario de septiembre y, de acuerdo con versiones informales, recién percibirían sus haberes el 18 de octubre.
“Estamos hablando de personal en formación que cumple funciones esenciales en hospitales y centros de salud. No se puede sostener un sistema con trabajadores que esperan semanas para cobrar”, advirtieron desde el sector.
Este conflicto en salud refuerza la presión sindical sobre el Gobierno, que ya enfrenta demandas de distintos sectores estatales y un clima social que podría derivar en nuevas medidas de fuerza si no hay respuestas inmediatas.
Un escenario de tensión creciente
La protesta de este jueves no solo visibilizó el reclamo salarial sino que dejó en claro la desconfianza hacia la decisión de postergar la negociación. Para los trabajadores, la demora apunta a evitar el impacto electoral de una eventual oferta o acuerdo.
Los sindicatos aseguran que no aceptarán dilaciones. Si no hay avances en los próximos días, anticipan que podrían retomar las movilizaciones antes de fin de mes, en plena recta final hacia las elecciones.
El escenario abre una negociación compleja para el Gobierno provincial, que deberá equilibrar la demanda sindical con las restricciones presupuestarias y la necesidad de mantener la paz social. Mientras tanto, los estatales insisten en que el tiempo juega en contra de sus bolsillos y que las paritarias deben resolverse sin más dilaciones.
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