El Concejo Deliberante de Neuquén discute un proyecto que podría ampliar el alcance de las fotomultas realizadas con celulares. Hasta ahora, los colaboradores autorizados solo podían registrar vehículos que obstruyen rampas para personas con discapacidad. Con la nueva propuesta, también se aplicaría a quienes bloqueen las veredas con autos, motos o materiales de construcción.

El objetivo es garantizar la libre circulación en la vía pública, especialmente para personas con discapacidad motriz, usuarios de sillas de ruedas o quienes dependen de muletas. Las asociaciones que impulsan la medida insisten en que las veredas forman parte de la ciudad tanto como las calles, y que obstruirlas equivale a limitar derechos básicos de movilidad.

El sistema de fotomultas vecinales funciona desde hace algunos meses en Neuquén. Actualmente, son 80 los celulares validados de un total de 200 inscriptos en el registro municipal de colaboradores. La mayoría de los autorizados son jóvenes que, tras una capacitación, cuentan con la aplicación “Neuquén Accesible” para reportar infracciones.

El procedimiento es sencillo pero riguroso: la foto debe mostrar con claridad el lugar, la patente del vehículo, la hora y la zona de la infracción. Esa evidencia es remitida luego a la jueza de Faltas, quien evalúa y dicta las multas correspondientes.

Desde la puesta en marcha del programa ya se labraron 32 infracciones, que derivaron en sanciones efectivas. Los impulsores del proyecto consideran que esa experiencia es una prueba de que la herramienta funciona y puede ampliarse a otros ámbitos de la ciudad.

Veredas bloqueadas: un problema cotidiano

El debate surge de una problemática que muchos peatones reconocen: veredas ocupadas por autos estacionados, motos frente a talleres mecánicos o montañas de escombros y materiales de construcción. En todos los casos, la consecuencia es la misma: la circulación se vuelve imposible para personas con movilidad reducida y peligrosa para el resto de los transeúntes.

El Código de Procedimientos de Neuquén ya establece sanciones para quienes ocupen la vereda con materiales, motores u objetos destinados a obras de construcción. Sin embargo, la aplicación práctica de estas normas suele ser limitada. Con la extensión de las fotomultas a este tipo de situaciones, se busca fortalecer el poder de control del municipio y dar respuesta a los reclamos de accesibilidad.

“Así como nadie duda de que estacionar en una rampa es un acto sancionable, también lo es cuando una persona en silla de ruedas no puede avanzar porque la vereda está bloqueada”, señalaron referentes de asociaciones de personas con discapacidad, que acompañan la iniciativa.

Zonas críticas y nuevas cámaras

Los relevamientos realizados muestran que el microcentro neuquino concentra la mayor cantidad de infracciones. Las rampas cercanas a la avenida Argentina, en inmediaciones de Independencia y Rivadavia, o las esquinas de Yrigoyen y Roca, figuran entre los puntos más conflictivos. También se repiten los casos en zonas de alto tránsito como la calle Perito Moreno o la Mitre, en el Bajo.

A la par, desde el área de Modernización del municipio se estudia la instalación de nuevas cámaras en los semáforos del centro. La idea es que no solo registren el cruce en rojo, sino también la doble fila y el estacionamiento indebido en rampas o espacios reservados para personas con discapacidad.

El proyecto ingresó al Concejo Deliberante el jueves pasado y fue girado a la comisión de Legislación. Aunque no se incluyó en el temario del lunes, se espera que obtenga despacho en los próximos días. Si logra el aval, la ampliación del sistema de fotomultas podría votarse en la última sesión del mes, el 28 de agosto.

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