Neuquén capital se prepara para una transformación urbana de impacto en dos de sus zonas comerciales más activas: el Bajo y el oeste. El intendente Mariano Gaido presentó este lunes el proyecto que busca reconvertir estos sectores en un “shopping a cielo abierto”, con intervenciones en veredas, iluminación, mobiliario y entorno urbano. La propuesta fue elaborada con aportes de la Asociación de Comercio, Industria, Producción y Afines del Neuquén (ACIPAN), que acompañó el anuncio.
El área comprendida por las calles Tierra del Fuego y Láinez, entre Mitre-Sarmiento y la Avenida Mosconi, será uno de los principales focos de intervención. El otro, en el oeste de la ciudad, incluirá tramos comerciales de las calles Belgrano y Godoy Cruz. Según informó el municipio, el diseño ejecutivo estaría listo en los próximos meses y el llamado a licitación se haría antes de fin de año. Las obras comenzarían en 2026, aunque no se descarta adelantar parte de los trabajos durante el verano.
Un nuevo rostro para el Bajo neuquino
El plan incluye la ampliación de veredas, nueva iluminación pública, instalación de bancos, cestos y señalética, y un rediseño paisajístico pensado para reforzar la identidad comercial y cultural del sector. La propuesta busca mejorar la experiencia de compra, la circulación peatonal y la seguridad en horarios extendidos.
El intendente destacó que el modelo de shopping a cielo abierto se basa en experiencias aplicadas en otras ciudades del país y que se trata de “una obra estratégica para modernizar la ciudad sin perder su carácter abierto y participativo”. El proyecto será ejecutado y financiado por la Municipalidad, con un esquema de recupero posterior a través de aportes de los frentistas.
Los comerciantes, parte del diseño
Durante la presentación, referentes de ACIPAN valoraron la inclusión de sus propuestas en el proyecto. “Estamos de acuerdo en que una mejora integral de la zona traerá beneficios tanto para los comercios como para los vecinos que transitan por estas calles todos los días”, señalaron. Coincidieron también en que la intervención facilitará la movilidad, el ordenamiento del tránsito y la permanencia en el espacio público.
Aunque no se brindaron cifras concretas de inversión, desde el Ejecutivo local se afirmó que el proyecto contempla la intervención de unas 20 manzanas. El enfoque no es solo estético: la idea es posicionar a estos corredores como polos comerciales abiertos, con una oferta variada y entornos más cómodos para el consumidor.
Con este tipo de obras, el municipio refuerza una estrategia que combina infraestructura, consenso sectorial y revalorización del espacio público como motor de desarrollo económico y social.
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