La tensión entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional sumó un nuevo capítulo. El gobernador bonaerense Axel Kicillof anunció que envió una carta al Directorio Ejecutivo del FMI para exigir una investigación sobre la conducta de su directora, Kristalina Georgieva, a quien acusa de haberse entrometido gravemente en la política interna del país.
“Acabo de enviar una carta al Directorio Ejecutivo del FMI exigiendo una investigación sobre la conducta de Kristalina Georgieva”, escribió Kicillof en sus redes. Según el mandatario, la titular del organismo violó el reglamento interno y su deber de imparcialidad con sus declaraciones sobre las elecciones argentinas y su apoyo explícito al gobierno de Javier Milei.
Todo comenzó el pasado 24 de abril, cuando Georgieva, durante una conferencia de prensa en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, afirmó que “es muy importante que Argentina no se desvíe de la voluntad de cambio”. Sus palabras fueron leídas como un claro respaldo a Milei y encendieron las alarmas en sectores de la oposición.
Pero la polémica no quedó ahí. Poco después, Georgieva se dejó fotografiar junto a Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, luciendo ambos un pin de una motosierra, símbolo que el oficialismo libertario utiliza para representar sus políticas de ajuste.
“¿Se imaginan las reacciones que causaría en el mundo si la titular del FMI se dejara fotografiar con un pin del Partido Justicialista o de MORENA?”, planteó Kicillof, comparando la situación con otros espacios políticos de América Latina.
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