Después de 40 años de silencio, el Cine-Teatro de la Sociedad Española de General Las Heras volvió a abrir sus puertas. El gobernador Axel Kicillof encabezó este miércoles el acto de reinauguración, junto al intendente Javier Osuna, el ministro Gabriel Katopodis y la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout.
La obra de recuperación demandó una inversión de $857 millones y transformó el histórico edificio en un espacio equipado para funciones de cine, teatro y espectáculos culturales.
“Era muy doloroso ver el estado de abandono en el que se encontraba este edificio tan importante para la cultura y la identidad del pueblo de Las Heras”, expresó Kicillof. Y agregó: “A pesar de todas las necesidades, decidimos poner en valor la historia de nuestra comunidad, porque la cultura también es soberanía”.
La restauración abarcó más de 470 metros cuadrados, con la recuperación de la sala, el escenario, la construcción de nuevos camarines, baños, instalación de iluminación, sonido y cortinados, y la compra de un proyector y la reparación de la pantalla. El edificio, declarado monumento histórico, se reinserta así como un espacio clave para el desarrollo cultural del municipio.
“La reapertura de este cine-teatro se lleva a cabo a contramano de las ideas que dicen que solo vale lo que da ganancia económica”, lanzó Kicillof, en clara alusión a las políticas del Gobierno nacional.
“Los y las bonaerenses sabemos que la cultura no puede quedar únicamente en manos del mercado: necesita de un Estado que invierta y garantice el acceso”, enfatizó.
Por su parte, el intendente Osuna aseguró: “Hoy es un día histórico para la ciudad. Gracias al trabajo de la comunidad y al respaldo de la Provincia, logramos terminar una obra que devuelve a Las Heras un espacio cultural de primer nivel”.
Durante la jornada, también se firmaron convenios para financiar dos proyectos clave: la reactivación del Centro de Desarrollo Infantil —una obra paralizada por Nación— y la iluminación de la cancha de fútbol del Polideportivo local.
Kicillof cerró el acto con un mensaje político: “La cultura está viviendo un momento muy difícil en nuestro país, sobre todo para quienes están lejos de los grandes centros urbanos. Si no invertimos, vamos a tener una cultura que no es la nuestra. Por eso esta obra también habla de identidad, soberanía y memoria colectiva”.
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