El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a encender la mecha de la polémica por la posible venta de Aerolíneas Argentinas. En su habitual conferencia de prensa de los lunes, el mandatario bonaerense lanzó una advertencia directa al gobierno de Javier Milei, asegurando que la Provincia explorará “todos los mecanismos” para evitar la venta de la aerolínea de bandera a manos privadas.

"No estamos en condiciones de que destruyan Aerolíneas otra vez", sentenció Kicillof, rodeado de dirigentes sindicales. La frase no fue casual: se trata de un guiño hacia los gremios que desde hace semanas vienen denunciando que la administración Milei tiene entre sus prioridades la privatización de la empresa estatal, con la excusa del "achique del gasto público".

¿Una "bomba de humo" o una decisión inminente?

Kicillof no se guardó nada y calificó las declaraciones del gobierno nacional como una "bomba de humo" destinada a generar parafernalia mediática. Sin embargo, dejó entrever que los movimientos desde la Casa Rosada no son solo fuegos artificiales. Para el mandatario bonaerense, el Ejecutivo ya ha intentado avanzar sobre la empresa a través de:

  • El DNU 70, que afectó la estructura jurídica de la empresa.
  • La Ley Bases, que estableció un nuevo esquema de regulación económica.
  • Y ahora, con un posible proyecto legislativo que buscaría tratar la venta en sesiones extraordinarias.

Para Kicillof, el objetivo final del gobierno es claro: liquidar la aerolínea de bandera bajo el pretexto del déficit fiscal. "Lo usan como caballito de batalla", señaló, advirtiendo que "estamos a la espera de que se decidan a gestionar o impedir el desastre que quieren hacer".

Los números de Aerolíneas: ¿déficit o superávit?

Una de las principales críticas de Javier Milei y sus aliados es que Aerolíneas "da pérdidas". Pero Kicillof salió al cruce con números propios.

"El año pasado, Aerolíneas no recibió asistencia del Tesoro Nacional", aseguró, y destacó que, solo en la provincia de Buenos Aires, el impacto económico fue de 2.665 millones de dólares por el turismo, las operaciones aeroportuarias y los beneficios para los pasajeros.

El gobernador fue aún más lejos y recordó que, tras la privatización de Aerolíneas en los 90, las empresas privadas que tomaron el control "se robaron las rutas, los aviones y la capacidad operativa de la empresa de bandera". En esa línea, sostuvo que "el intento actual de privatización se parece mucho a un saqueo con intereses inconfesables".

En una crítica indirecta a las low cost, Kicillof afirmó que Aerolíneas es la única empresa que conecta 21 destinos nacionales y que las low cost "no cumplen con estándares de calidad", sin mencionar directamente a Flybondi, la aerolínea emblema de la desregulación aérea.

"Si quieren vender Aerolíneas, Buenos Aires no lo va a permitir"

Para Kicillof, la venta de Aerolíneas no solo pone en riesgo la soberanía sobre la conectividad aérea, sino que también afecta la equidad territorial y el acceso a la conectividad en todo el país. Desde la recuperación en 2008, la aerolínea fue clave para garantizar vuelos a regiones que, de otra forma, no tendrían acceso a rutas comerciales.

"Si quieren liquidar, vaciar o cerrar Aerolíneas Argentinas, si quieren vendérsela a una empresa extranjera, la provincia de Buenos Aires no lo va a permitir", disparó Kicillof.

El gobernador bonaerense también dejó entrever la posibilidad de que la provincia intervenga con propuestas propias para sostener la operación de la aerolínea. “La modalidad la veremos, pero la provincia tiene distintos caminos”, afirmó, abriendo la puerta a algún tipo de salvataje o intervención estatal por parte del gobierno bonaerense.

¿Qué podría hacer Buenos Aires?

Si la venta de Aerolíneas avanza, la provincia de Buenos Aires podría tomar una postura más activa. Kicillof dejó abierta la posibilidad de intervenir o participar en la operación, aunque no brindó detalles sobre el alcance de esa intervención.

Este posible "plan B" del gobernador no sería inédito. Otras provincias han intervenido en empresas estratégicas, como el caso de YPF, donde el Estado nacional y las provincias petroleras tienen participación. La opción de coparticipar la titularidad de Aerolíneas con Buenos Aires sería una carta que Kicillof podría jugar si las condiciones se tornan adversas.

Lo que queda claro es que la privatización de Aerolíneas Argentinas será uno de los temas de mayor tensión política en 2025. Mientras los gremios prometen movilizarse para defender la empresa, la Casa Rosada podría avanzar con un proyecto legislativo que vuelva a poner en debate la soberanía aérea argentina.

En la conferencia de prensa estuvieron presentes la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; los ministros de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis; y de Trabajo, Walter Correa; el asesor general de Gobierno, Santiago Pérez Teruel; el gerente General de Autopistas de Buenos Aires, Pablo Ceriani; los titulares de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano; y de la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA): Rubén Fernández; el secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey; el secretario gremial de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Mateo Ferrería; y la ex diputada nacional Alicia Castro.

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