Las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina, la CTA de los Trabajadores (CTA-T) y la CTA Autónoma (CTA-A), expresaron este miércoles su rechazo absoluto al proyecto de "Ley de Modernización Laboral" que el Gobierno nacional envió al Senado y aseguraron que se trata de una iniciativa “redactada por estudios jurídicos de grandes grupos empresarios”.

En un documento conjunto, ambas organizaciones señalaron que la reforma no introduce mejoras reales en el mundo del trabajo, sino que avanza sobre derechos básicos.

Según el texto, el proyecto debilita la presunción de relación de dependencia —facilitando el fraude laboral—, promueve una tercerización “irresponsable”, habilita esquemas de salarios dinámicos que “destruyen la estabilidad” y abarata los despidos, trasladando costos al Estado y afectando al sistema previsional.

Las CTA también cuestionaron que la iniciativa vulnera garantías constitucionales vinculadas a las vacaciones, la jornada laboral y la acción sindical, y advirtieron que su aplicación podría profundizar la informalidad, reducir el poder adquisitivo y agravar la crisis económica. “Responde a un modelo que prioriza los intereses del gran capital por sobre un país productivo e integrado”, afirmaron.

Reuniones políticas y estrategia parlamentaria

En paralelo al pronunciamiento público, dirigentes de ambas centrales mantuvieron reuniones con el interbloque de senadores de Unión por la Patria, encabezado por José Mayans y Juliana Di Tullio, y previamente con diputados del mismo espacio, con el objetivo de coordinar una estrategia común para frenar el paquete de leyes del oficialismo en el Congreso.

Marcha y estado de movilización

Como parte de la respuesta sindical, la CTA-T y la CTA-A anunciaron que se declararon en estado de movilización permanente y convocaron a marchar el próximo 18 de diciembre a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país, en una protesta que se realizará junto a la CGT para exigir el rechazo parlamentario de la reforma laboral.

El comunicado lleva las firmas de Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, y Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, y marca un nuevo punto de tensión entre el Gobierno y el movimiento sindical en la antesala del debate legislativo.

La inflación volvió a acelerarse en noviembre y llegó al 2,5%, empujada por carne, tarifas y transporte

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