Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola volvieron a cargar este martes contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: solicitaron al Tribunal Oral Federal 2 que rechace el pedido de prisión domiciliaria presentado por su defensa, en el marco de la causa Vialidad, en la que fue condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El dictamen no es vinculante, pero deja al Tribunal en condiciones de resolver en las próximas horas. En el texto al que accedió la agencia Noticias Argentinas, los fiscales sostienen que "no se advierten razones humanitarias que justifiquen conceder una medida excepcional como lo es la detención domiciliaria".
Luciani y Mola aseguraron que no hay motivos de salud que justifiquen un trato diferente para la ex mandataria, que tiene 72 años y, según el informe socioambiental del 12 de junio, “goza de buena salud general”. “La privación de libertad en un establecimiento carcelario no supone, por sí misma, un menoscabo de la vida o la integridad de Fernández”, señalaron.
En el mismo tono, remarcaron que la defensa “no ha demostrado que el encierro en una unidad penitenciaria afecte sus derechos”, y trajeron a colación el antecedente del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, a quien se le negó el mismo beneficio pese a tener más de 70 años y problemas de salud.
En cuanto a los argumentos de la defensa de CFK, que apuntaron a su rol institucional como ex presidenta y ex vicepresidenta, y al intento de asesinato que sufrió en 2022, los fiscales respondieron que el Ministerio de Seguridad ya garantizó que su integridad “puede ser preservada” incluso en una cárcel común. De todas formas, en caso de que se le conceda la domiciliaria, pidieron que sea monitoreada con tobillera electrónica.
Mientras tanto, se mantiene la convocatoria a movilizar el miércoles 18 hacia Comodoro Py, donde la ex presidenta deberá presentarse para que se haga efectiva la condena. El pedido de prisión domiciliaria aún está en manos del Tribunal. El clima político, como todo en Argentina, hierve.
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