Un informe del Ministerio de Economía bonaerense puso en números el impacto de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires: la desocupación subió, el empleo bajó y las mujeres, sobre todo las jóvenes, quedaron en la peor parte del derrumbe.
El informe “Brechas de género laborales y de ingresos”, elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE), muestra que en el tercer trimestre de 2024 la tasa de desocupación aumentó 1,5 puntos porcentuales, mientras que el empleo cayó 0,9 pp. Para los varones, la situación ya es mala, pero para las mujeres es aún peor.
🔹 Desocupación: subió 2,1 pp. en mujeres y 1,1 pp. en varones. Resultado: 9,7% de desocupación femenina contra 7,4% masculina.
🔹 Empleo: cayó 1,3 pp. en mujeres y 0,5 pp. en varones. Hoy, solo el 47,2% de las mujeres está empleada, contra el 66,6% de los hombres.
🔹 Brechas de género: la diferencia en desocupación entre mujeres y varones es de 2,3 pp., mientras que la brecha en la tasa de empleo ya llegó a 18,8 pp.
La directora de la UGE, Laura Lombardía, fue clara: “Las crisis no afectan a mujeres y varones de la misma forma, y las desigualdades de género explican por qué. Las mujeres son las más golpeadas por la caída de la actividad y el empleo, y por el aumento de la desocupación porque están sobrerrepresentadas en los sectores más vulnerables de la sociedad”.
Las jóvenes, en el peor lugar
Si la cosa ya venía difícil, para las jóvenes directamente no hay red. Aunque su participación en el mercado laboral creció, lo que encontraron del otro lado fue menos empleo y más precarización.
📉 Desocupación en mujeres jóvenes: subió 4,8 pp. interanual.
📉 Empleo: cayó 1,2 pp.
📉 Informalidad: explotó, con un aumento del 10,7 pp.
En otras palabras, cada vez más jóvenes buscan trabajo, pero consiguen menos y en peores condiciones.
El pluriempleo, la nueva normalidad
Con salarios que no alcanzan ni para una canasta básica, la única opción para muchas personas es buscar más de un trabajo. La tasa de pluriempleo llegó al 10,9%, lo que significa que 1 de cada 10 trabajadores tiene más de un empleo para poder llegar a fin de mes.
El problema es que, aún trabajando más, el tiempo laboral se redujo. En promedio, las personas jóvenes trabajan 1 hora y 42 minutos menos por semana en comparación con el año pasado. ¿El resultado? Menos ingresos y más inestabilidad.
La feminización de la pobreza
La desigualdad estructural en el mercado laboral deja a las mujeres en los peores puestos y con los peores salarios. La sobrecarga de tareas de cuidado sigue recayendo sobre ellas, lo que limita sus posibilidades de acceder a empleos de calidad, con jornadas completas o en puestos jerárquicos.
El informe destaca un dato clave: entre el 20% de personas con menores ingresos, 63 de cada 100 son mujeres. Es lo que se conoce como feminización de la pobreza y, con la crisis en curso, se está profundizando cada vez más.
Un futuro sin señales de mejora
El gobierno de Milei repite que “lo peor ya pasó”, pero los números del mercado laboral no dicen lo mismo. Mientras el ajuste sigue golpeando fuerte, el informe deja en claro que las mujeres, y en especial las más jóvenes, están pagando el precio más alto.
El panorama es claro: menos empleo, más precarización y brechas de género que siguen creciendo. La pregunta es cuánto más podrá resistir la sociedad mientras el gobierno insiste en seguir el mismo camino.
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