La interna entre el PRO y La Libertad Avanza sigue sumando capítulos dignos de un guion de Polka. Esta vez, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, denunció penalmente a la legisladora libertaria Pilar Ramírez por "violación de secretos en el marco de tareas de espionaje". Sí, el ministro acusó a la jefa del bloque de Milei en la Legislatura de haber filtrado información confidencial que, según él, puso en peligro su seguridad y la de su familia.
Espionaje, custodios y pases de factura
La historia arranca con Ramírez, una de las espadas de Karina Milei, tirándole con munición gruesa a Wolff por el manejo de las fugas de presos en las comisarías porteñas. En medio de esa disputa, la libertaria ventiló detalles sobre la cantidad de custodios que cuidan al ministro, un dato que no es público y que, según Wolff, debería haberse mantenido bajo estricta reserva.
"He sido personalmente ofendido por la revelación de datos, cuyo secreto debía ser guardado, y que afecta a la seguridad de mi familia y de mi persona", dice la denuncia presentada por el ministro, que además pidió que Ramírez sea llamada a declarar como testigo.
Ramírez no se achicó y redobló la apuesta
Lejos de bajar el tono, Ramírez se presentó como querellante en la causa y le pegó a Wolff por redes sociales. "El ministro de Inseguridad vino a chicanear y amenazar con juicios pero en ningún momento dio una solución concreta ni se hizo cargo de las fugas constantes de presos en la Ciudad. Como era de esperar, muchas palabras, ninguna solución", disparó en X.
En paralelo, Ramírez también lo acusó de "despilfarrar recursos", dejando entrever que el número de custodios que tiene es exagerado, algo que Wolff considera información sensible que no debería haberse hecho pública.
De aliados a enemigos
Lo más jugoso de esta novela es el contexto: hace menos de un año, el PRO y La Libertad Avanza se mostraban como aliados en la Ciudad.
Hoy, el clima es de guerra abierta, con Karina Milei apadrinando a Ramírez y Jorge Macri defendiendo a Wolff. El trasfondo es la pelea por el control de la agenda de seguridad porteña, un tema caliente que los libertarios usan para desgastar al PRO, pero que el PRO no piensa soltar tan fácil.
¿Y la seguridad? Bien, gracias
Mientras tanto, las fugas de presos, que son el verdadero problema, siguen ocurriendo. Pero, como pasa cada vez más seguido, el show de peleas políticas se roba la atención, y la seguridad de los porteños queda, una vez más, en segundo plano.
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