Neuquén busca dar un paso decisivo en la gestión de su infraestructura vial: el Gobierno provincial mantiene negociaciones con Nación para asumir el control de dos corredores nacionales clave. Se trata de la Ruta 22, en el tramo que une el Tercer Puente con Arroyito, y de la Ruta 242, que conecta Las Lajas con el paso internacional Pino Hachado. El plan contempla instalar peajes y concesionar los tramos a empresas privadas, con la recaudación destinada íntegramente al mantenimiento y la seguridad vial.

El proyecto no altera la titularidad nacional de las rutas, pero sí introduce un cambio en el esquema de administración, mediante lo que se conoce como “derecho de uso”. De concretarse, la provincia tendría la potestad de concesionar los tramos, ordenar el tránsito y garantizar que los fondos recaudados se reinviertan en mejoras de la red. El gobierno neuquino confía en que el acuerdo con la gestión de Javier Milei pueda cerrarse antes de fin de año.

Los corredores en negociación no son tramos menores: ambos suman cerca de 60 kilómetros y soportan un volumen de tránsito intenso, tanto de transporte particular como de carga pesada. Por la Ruta 22 circulan diariamente vehículos vinculados a la industria petrolera y al movimiento interno del valle, mientras que la 242 es una conexión directa con Chile, esencial para el comercio internacional.

Desde el Ministerio de Economía, Producción e Industria señalaron que el plan busca “fortalecer la seguridad y el mantenimiento de caminos que son neurálgicos para la actividad económica de la provincia”. Además, remarcaron que el esquema permitiría avanzar en obras de infraestructura vial que hasta ahora dependían de los presupuestos nacionales.

Un capítulo aparte lo representa la avenida Mosconi —la exmultitrocha de la Ruta 22 en Neuquén capital—. Allí, el municipio tendría margen de acción para llevar adelante la ampliación de calzada, una obra largamente esperada para mejorar la conectividad urbana y aliviar la congestión diaria en la ciudad.

El ministro de Economía, Producción e Industria, Guillermo Koenig, ya había anticipado la intención de la provincia semanas atrás. La idea es aplicar un modelo en el que los ingresos por peajes se conviertan en un fondo exclusivo para conservación, ampliación y seguridad vial.

Según explicaron fuentes oficiales, el esquema de concesión no solo permitiría un flujo de ingresos previsible, sino que también garantizaría estándares más altos en el mantenimiento de rutas claves para el tránsito regional. “Son corredores estratégicos que necesitan una administración más cercana, ágil y eficiente”, indicaron desde la cartera económica.

De prosperar, Neuquén se convertiría en una de las pocas provincias del país con potestad para gestionar corredores nacionales bajo un esquema compartido con Nación, lo que podría sentar un precedente en materia de financiamiento vial.

El Gobierno provincial insiste en que el acuerdo no significa privatizar ni transferir la propiedad de las rutas, sino asegurar que los recursos generados en ellas se reinviertan localmente. Con la demanda de transporte en crecimiento y la presión de la industria hidrocarburífera y el comercio exterior, la apuesta es que las concesiones y los peajes se transformen en un mecanismo sostenible para sostener la infraestructura.

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