El flamante titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, enfrenta cuestionamientos tras haber promovido a su pareja, María Eugenia Fanelli, a un cargo preferencial con un aumento salarial que podría duplicar sus ingresos previos.
Este movimiento que reveló el periodista Hugo Alconada Mon en La Nación se concretó apenas una semana después de su asunción y ha generado controversia dentro del organismo tributario por posibles conflictos de interés.
Salariazo para los Vázquez - Fanelli
Fanelli, quien hasta hace poco ocupaba una jefatura de sección técnico jurídica, asumió interinamente al frente de la Dirección Regional Centro II en la ciudad de Buenos Aires, una de las áreas más relevantes del organismo, encargada de fiscalizar a medianas y grandes empresas.
Según fuentes internas, su salario neto podría pasar de entre 3,8 y 4,2 millones de pesos a una cifra cercana a los 7 u 8 millones.
Fanelli y un ascenso fuera de lo común
La designación de Fanelli ha sido calificada como "inusual" y contraria al código de ética de la ex-AFIP, que prohíbe supervisar directamente a personas con vínculos conyugales o de convivencia. Vázquez ya ha estado envuelto en controversias, incluidas denuncias por propiedades no declaradas y vinculaciones con cuentas bancarias en paraísos fiscales.
Pese a estos antecedentes, la llegada de Vázquez al cargo fue avalada por figuras cercanas al presidente Javier Milei y respaldada por sectores como el sindicato Unión del Personal Superior (UPS-AFIP). No obstante, la promoción de Fanelli pone en duda su compromiso con las prácticas éticas en un organismo clave para la administración tributaria del país.
La DGI, mientras tanto, permanece bajo el escrutinio público, en medio de críticas por lo que se percibe como favoritismo y el incumplimiento de las normativas internas.
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