El nuevo paro de controladores aéreos se extenderá a lo largo de todo noviembre, con afectación parcial del servicio entre las 22 y las 6 horas en nueve jornadas nocturnas. La decisión del gremio fue comunicada luego del vencimiento de la conciliación obligatoria con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), tras acusar al organismo estatal de incumplir compromisos asumidos durante el proceso de negociación.

Las fechas confirmadas por ATEPSA son el 3, 6, 9, 14, 17, 21, 24, 27 y 30 de noviembre, y las medidas incluirán la suspensión de despegues y operaciones de vuelos de carga en todo el país. También se detendrán las actividades de capacitación y mantenimiento tecnológico del personal de control aéreo durante las franjas horarias afectadas.

Aunque la protesta excluye a los vuelos de pasajeros, se advierte que podría haber demoras o reprogramaciones derivadas de la reorganización del cronograma aéreo, especialmente en aeropuertos con alto movimiento nocturno o con conexiones internacionales.

Los motivos del conflicto

Desde ATEPSA sostienen que la decisión responde al incumplimiento de acuerdos por parte de la EANA. Según el gremio, “no se respetaron los compromisos asumidos en la instancia de conciliación obligatoria”, lo que motivó la reanudación del plan de lucha. Además, denunciaron la falta de avances en materia de condiciones laborales y salariales del personal técnico y operativo que cumple funciones esenciales para la seguridad aeronáutica.

Por su parte, la Empresa Argentina de Navegación Aérea calificó la medida como “ilegal e injustificada”, asegurando que “el diálogo permanece abierto” y que se están realizando gestiones ante el Ministerio de Trabajo para evitar que la situación se agrave.

Fuentes del sector aerocomercial indicaron que la medida tendrá un impacto limitado pero sensible en las operaciones de transporte de carga y logística aérea, especialmente en rutas que abastecen centros industriales y logísticos de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Neuquén. En tanto, los vuelos sanitarios, humanitarios, de Estado y de búsqueda y rescate (SAR) quedarán exceptuados del paro.

Posibles consecuencias y reacciones del sector

Las aerolíneas y empresas de carga se mantienen en alerta y comenzaron a revisar sus itinerarios para evitar cancelaciones. Desde cámaras empresarias advirtieron que “la reprogramación de vuelos nocturnos representa un desafío técnico y operativo”, sobre todo en un contexto de alta demanda y con recursos limitados en las terminales aéreas.

El conflicto también genera preocupación entre los operadores turísticos, que temen que una eventual ampliación de las medidas impacte en la programación de vuelos comerciales en vísperas de la temporada alta de verano. Hasta el momento, no se descartan nuevas medidas si no se alcanza un acuerdo entre las partes.

El Ministerio de Trabajo podría intervenir nuevamente para intentar encauzar la negociación, aunque desde ATEPSA ratificaron que el paro de controladores aéreos se mantendrá “en los términos previstos”, salvo que exista una respuesta concreta a los reclamos gremiales.

Qué esperar en los próximos días

La evolución del conflicto será clave para determinar el nivel de afectación real en la actividad aérea. Los pasajeros y empresas logísticas deberán seguir las comunicaciones oficiales de EANA y las aerolíneas, que informarán posibles reprogramaciones.

Mientras tanto, el gremio advirtió que, si no hay avances, podría evaluar medidas adicionales en diciembre, lo que encendería nuevas alarmas en el sector aéreo nacional.

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