En los primeros seis meses del año, Argentina importó 1.033 toneladas de carne vacuna desde Brasil, una cifra que si bien representa un volumen ínfimo frente a la producción local, encendió algunas alarmas por el cambio de tendencia. Es el registro más alto desde 1997, cuando comenzaron a contabilizarse los intercambios bilaterales de este tipo.
El dato fue difundido por fuentes oficiales del vecino país y contrasta con las apenas 24 toneladas que se habían importado en el mismo período del año pasado.
Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), aseguró que “el volumen de importación es poco significativo frente a la producción. En 2025 se están importando 1.000 toneladas por mes. No es un problema para la producción nacional”.
Sin embargo, aclaró que es habitual que países exportadores también compren carne del exterior: “Uruguay o Estados Unidos lo hacen. Se importa carne barata; no tengo el detalle, pero es carne para manufactura”. Según Herrera, estas operaciones deben analizarse en el marco de una economía globalizada, “donde las mercaderías van y vienen”.
Por su parte, Diego Ponti, analista del mercado cárnico del grupo AZ, explicó que este fenómeno se debe en parte a que “Argentina se ha vuelto más cara en dólares, lo que abrió la puerta para importar carne brasileña a precios competitivos”.
Mientras tanto, las exportaciones de carne vacuna argentina siguen firmes: el año pasado generaron ingresos por 3.400 millones de dólares, con China como principal destino.
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