El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) enfrenta un momento de incertidumbre tras la renuncia de su presidente, Juan Cruz Molina Hafford, quien presentó su dimisión en una carta dirigida al ministro de Economía, Luis Caputo. La salida del dirigente alimenta temores entre los trabajadores del organismo sobre la posible aplicación de un "plan motosierra" que afectaría sus recursos y personal.
Renuncia y diferencias con el Ministerio de Economía
En su carta de renuncia, Molina Hafford manifestó su agradecimiento hacia el Consejo Directivo Nacional del INTA y destacó su orgullo por los logros alcanzados durante su gestión. Sin embargo, dejó entrever ciertas diferencias con el Ministerio de Economía respecto al rumbo que debía tomar la institución.
"Tuve alguna diferencia entre los pedidos del Ministerio y mi propuesta de gestión", reconoció Molina Hafford en declaraciones al medio especializado Bichos de Campo. Si bien no detalló los motivos exactos de su alejamiento, fuentes cercanas señalaron que la presión del ministro Caputo para aplicar ajustes profundos en el INTA habría sido el principal detonante.
Preocupación por posibles recortes en el INTA
La renuncia de Molina Hafford encendió las alarmas dentro del organismo, donde temen que se intensifiquen las medidas de achicamiento que ya estaban en marcha. En el último mes, el INTA lanzó un plan de retiro voluntario con el objetivo de reducir su plantel de aproximadamente 6.700 empleados en unos 900 puestos. Sin embargo, el programa no logró una alta adhesión, ya que solo unos 250 empleados se inscribieron hasta el momento.
La renovación del operativo de retiros voluntarios y la presión para implementar ajustes adicionales son señales claras de la intención del Ministerio de Economía de reducir el organismo. Esta situación genera preocupación entre los trabajadores, quienes temen que se aplique un severo ajuste que comprometa el funcionamiento de una entidad clave para el desarrollo del sector agropecuario.
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