La pulseada por el financiamiento universitario volvió a encontrar en el Senado un escenario contundente: la oposición logró sancionar por segunda vez consecutiva una ley que asegura la actualización de salarios y gastos de las casas de estudio, pese a la resistencia del presidente Javier Milei. Neuquén se alineó al respaldo mayoritario, con los tres senadores de la provincia levantando la mano a favor.

Lucila Crexell (Juntos por el Cambio), Oscar Parrili y Silvia Sapag (Unidad Ciudadana) aportaron sus votos al paquete normativo que, de mínima, obliga al Ejecutivo a garantizar ajustes mensuales por inflación y la actualización de fondos para el funcionamiento de las universidades. En otras palabras, un blindaje legislativo frente a los recortes y vetos del oficialismo.

El texto aprobado reproduce la iniciativa que Milei había vetado en 2024. En su núcleo, establece que los salarios docentes y no docentes deberán ajustarse desde diciembre de 2023 hasta la fecha, sin que los incrementos sean inferiores a la inflación acumulada. Además, en un mes el Gobierno nacional estará obligado a convocar paritarias, con cláusulas de actualización mensual.

Otro punto clave pasa por los gastos de funcionamiento: el monto asignado se actualizará según la variación inflacionaria desde mayo a diciembre de 2024 y, durante todo 2025, deberá reajustarse bimestralmente en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Incluso se aclara que los aumentos otorgados este año deberán tomarse en cuenta para el cálculo, para evitar superposiciones.

Patagonia: apoyo mayoritario y una sola abstención

La sesión dejó en claro que la región patagónica fue determinante en el resultado final. En total, la Cámara alta reunió 58 votos afirmativos contra apenas 9 negativos y tres abstenciones. Catorce de esos votos provinieron de senadores del sur del país, lo que evidenció un respaldo casi sin fisuras.

La única excepción fue Andrea Marcela Cristina, senadora del PRO por Chubut, que optó por abstenerse. Sin embargo, el mensaje político resultó categórico: incluso en provincias con realidades diversas y agendas políticas fragmentadas, el financiamiento universitario aparece como un consenso difícil de quebrar.

Neuquén, con Crexell, Parrilli y Sapag, consolidó su postura favorable, mostrando que más allá de las diferencias partidarias existe un acuerdo en torno a la necesidad de garantizar estabilidad a la Universidad Nacional del Comahue y al sistema universitario en general.

Un debate que vuelve a poner a Milei contra las cuerdas

La sanción de esta ley se da en un contexto en el que el presidente Javier Milei ya había vetado una norma idéntica en 2024. Ahora, con el respaldo abrumador del Congreso, el escenario se le presenta más complejo: vetar nuevamente significaría enfrentarse otra vez a un bloque opositor sólido y con amplio respaldo regional.

La estrategia de La Libertad Avanza, que apenas consiguió nueve votos negativos en la Cámara alta, quedó expuesta como insuficiente para frenar un tema que toca fibras sensibles en la sociedad: la continuidad del sistema universitario público y gratuito como política de Estado.

En ese marco, la postura de los senadores neuquinos no pasó desapercibida. Sus votos afirmativos no solo reflejan la defensa de la universidad, sino también una lectura política del impacto que tendría para la provincia cualquier retroceso en este terreno.

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