El conflicto entre el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa y las principales operadoras de Vaca Muerta todavía no está cerrado. Marcelo Rucci, secretario general del gremio, confirmó que el próximo miércoles 20 de agosto se llevará adelante una nueva audiencia en Buenos Aires, en el marco de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo de la Nación. La cita podría marcar un punto de inflexión en la pulseada que mantiene en vilo a uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.

El dirigente sindical explicó que, tras semanas de tensión y un inicio de resistencia empresarial, se logró avanzar con acuerdos con al menos cinco compañías. Estos entendimientos permitieron destrabar parte de la crisis y garantizar la continuidad de cientos de puestos de trabajo. Sin embargo, la situación todavía está lejos de resolverse: YPF y otras operadoras de peso aún no dieron definiciones, lo que mantiene abierta la incertidumbre en un escenario que combina récords productivos con fragilidad laboral.

El trasfondo de esta discusión tiene nombre y apellido: Vaca Muerta. La formación neuquina atraviesa un momento histórico en términos de producción de gas y petróleo, con cifras que baten marcas mes a mes. No obstante, esa bonanza convive con un cuello de botella que genera tensión permanente: la falta de infraestructura para evacuar el crudo y el gas hacia los grandes centros de consumo y exportación. Este desajuste entre producción y transporte impacta directamente en la previsibilidad de las empresas y, por arrastre, en la estabilidad de los trabajadores.

Rucci no dejó pasar ese contraste. “En el peor momento de la industria acompañamos a las empresas; ahora exigimos el mismo compromiso”, sostuvo, recordando que durante la crisis el gremio cedió condiciones para sostener la actividad y preservar puestos. Hoy, asegura, es el turno de las operadoras de demostrar reciprocidad.

1.200 reincorporaciones y un clima menos tenso

Según explicó Rucci, la situación comenzó a mostrar signos de distensión en los últimos días luego de que se lograra la reincorporación de una parte importante de los trabajadores que habían sido despedidos o estaban en condición de “stand by”. En total, el gremio había denunciado inicialmente unos 1.200 casos, de los cuales buena parte ya habrían sido revertidos mediante negociaciones directas con las empresas.

El escenario actual, sostuvo, está marcado por un contraste llamativo: mientras Vaca Muerta registra niveles históricos de producción de gas y petróleo, persisten problemas estructurales en la falta de infraestructura de transporte para evacuar esos volúmenes hacia los principales centros de consumo. Esta limitación, reconoció, genera tensiones que repercuten directamente en la estabilidad laboral.

Reclamos en La Pampa por el área Medanito

Paralelamente, el gremio también enfrenta un conflicto en Santa Rosa, La Pampa. La semana pasada, trabajadores petroleros se movilizaron hasta la Legislatura provincial para reclamar a los diputados una definición sobre el futuro del área Medanito, un bloque convencional ubicado al sur de la provincia, en la zona de 25 de Mayo.

El sindicato exige que se convoque a una licitación que permita garantizar la continuidad productiva y evitar nuevos despidos. Según Rucci, la empresa que actualmente posee la concesión redujo al mínimo su actividad al tener confirmado que no renovará el contrato, lo que provocó un freno que impacta tanto en el empleo como en la coparticipación de los municipios petroleros.

“El freno a la licitación perjudica a localidades enteras que dependen de la inversión y la producción petrolera”, advirtió el dirigente, al tiempo que denunció que los legisladores impidieron el ingreso de los representantes sindicales al recinto bajo el argumento de posibles disturbios, algo que desmintió.

El proyecto que buscaba habilitar la licitación estuvo a punto de aprobarse, pero finalmente volvió a comisión y ahora depende de un voto clave para avanzar. Para el gremio, la demora responde a disputas políticas internas que terminan trasladando la incertidumbre a los trabajadores y a las comunidades ligadas a la actividad.

Lo que viene

La audiencia del próximo miércoles en Buenos Aires será central para definir si la conciliación obligatoria logra estabilizar el escenario en Vaca Muerta o si el conflicto se reabre con nuevas medidas de fuerza. Mientras tanto, en La Pampa el foco seguirá puesto en el desenlace legislativo sobre el área Medanito, un caso que expone cómo las decisiones políticas locales también pueden impactar de lleno en la actividad petrolera de la región.

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