“Se predica con el ejemplo”, fue la frase que Javier Milei le dejó en claro a su equipo de gobierno a la hora de hablar de vacaciones.
En la previa de las fiestas, el presidente les pidió a sus principales colaboradores que tengan "austeridad" al momento de elegir sus destinos de descanso. La sugerencia es clara: evitar lugares ostentosos y, de ser posible, no salir del país.
La directiva fue transmitida en una de las últimas reuniones de gabinete. Allí, el libertario dejó en claro que las vacaciones no son un derecho absoluto. Los ministros deberán coordinar sus días de receso, asegurarse de que sus funciones estén cubiertas y, si la situación lo requiere, deberán volver a sus puestos.
“El país no se detiene, y nosotros tampoco”, habría dicho el mandatario, en una movida que contrasta con el período macrista y se acerca a la época del kirchnerismo: Néstor y Cristina tampoco tomaban vacaciones.
No más Punta del Este, ni Miami ni Europa
No hay lista negra, pero la sugerencia implícita es clara: evitar destinos de "alto perfil".
Así, los clásicos de la política argentina como Punta del Este, Miami o las playas europeas quedaron casi vetados. La lógica es simple: tras haber impulsado "el ajuste más grande de la historia" y haber repetido que "no hay plata", no sería coherente que los funcionarios pasen sus vacaciones en lugares que desentonan con el mensaje de austeridad.
La imagen de funcionarios austeros busca morigerar escándalos como el del titular de la DGI, Andrés Edgardo Vázquez, que está en el centro de la escena por haber adquirido varias propiedades en Miami con un esquema de sociedades pantalla que le han permitido escaparse del fisco. La historia del cazador cazado.
A diferencia de las recomendaciones bajo el gobierno de Alberto Fernández, donde se señalaban destinos específicos a evitar, Milei no estableció una lista de lugares prohibidos.
Sin embargo, el espíritu de la directiva apunta a evitar cualquier imagen que pueda ser utilizada como munición en redes sociales o medios de comunicación.

En 2018, Caputo fue muy criticado por a solearse a Río en plena corrida cambiaria.
Los ministros deberán, además, cumplir con otro requisito: los días de descanso deberán tomarse entre la última semana de diciembre y el mes de enero. Esto se traduce en un esquema controlado para evitar una "fuga masiva" de funcionarios clave al mismo tiempo.
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